Rutilio Escandón
Algunos periodistas han dicho que Chiapas está en el birlo por la delincuencia y que es imposible vivir incluso en esta entidad, que los chiapanecos sufren mucho por eso, que hay un gobierno fallido e incluso otros se atreven a decir que no hay futuro.
Mientras que el gobernador Rutilio Escandón Cadenas, asegura que la entidad es la más segura del país, que no es cierto que no se puede transitar y más por los municipios que en su momento fueron un infierno por la presencia de grupos armados como los paramilitares en Tila, Tumbalá, Chilón, entre otros.
Pues bien, innegable que la violencia está presente en Chiapas como en todo el país y que decir de toda América, ya no digamos la violencia en otras partes del mundo, es claro que ni se va acabar la pobreza, ni se va a detener la violencia y tampoco se va regresar las tierras que se apoderó Estados Unidos.
Sin caer en una defensa al gobernador chiapaneco, hay una pregunta que hacer, ¿Quiénes acusan al gobierno en turno, sabrán que es gobernar? ¿sabrán cómo se administrar un Ayuntamiento al menos? La respuesta es rotunda, no; la crítica es severa pero infundada hacia las autoridades locales.
Es fácil decir que se actúe contra el narco, que se enfrenten las fuerzas federales; ahora bien, desde el Facebook, en un restaurant, en el comedor, en el trabajo, se puede decir mil cosas, pero no dan una solución real, y menos que se atrevan a salir en un video diciéndole algo al narco que está en todas partes del mundo.
En efecto, Chiapas adolece de una seguridad total, pero ahí está, que hay como transitar por las carreteras, la mejor muestra de que se está tranquilo, si caer en apasionamientos, son las ferias de pueblo, acaso no se están realizando sin un solo disparo y con la convivencia familiar, con el despilfarro de las quincenas.
Si Chiapas fuera un polvorín, entonces se suspendería todo, habría toque de queda, el ejército estaría en las calles, como la guardia nacional, ¿porque entonces si no ocurre eso? se puede ir a las plazas, pasear por los municipios, salir a los antros, ir al cine, incluso ir a las iglesias, ir a donde se quiere, a las escuelas y al trabajo.
Culpar al gobierno, es estéril y de pena ajena, no es defenderlo, es reconocer que pese a todo lo que se sabe del gobierno anterior, se ha logrado avanzar, hay obras que provocan desarrollo social, pero también hay una mejor condición en salud, no hay deuda pública, hay mayor acercamiento con la sociedad.
Si no se quiere reconocer al gobierno, está bien, pero si se le va a criticar, que se tenga fundamentos, no es solamente hablar por hablar, no solo es decir que no se hace nada, porque insisto, quien lance la primera piedra, que se suba dando la cara a la delincuencia común, ya no a la organizada y ver si tiene el valor para ello.
¿Qué no se darán cuenta que Rutilio y sus funcionarios son humanos? Que también sufren, que pueden ser sujetos a posibles amenazas, que las acciones en beneficio de la población disgustan a miles que desean no se haga nada por los más pobres y por todos al final de cuentas.