Qué más pue… / Carlos Coutiño

ERA

En días pasados, una encuestadora dio a conocer el ranking de los gobernadores, en el caso de Chiapas, se coloca ahora en el lugar 15, después de haber estado en el 29, sin duda el trabajo hecho en este momento por el mandatario Eduardo Ramírez, va bien.

Pero ¿qué es lo que hizo que la percepción ciudadana cambiara de manera drástica?, fue el tema de la seguridad, más allá de lo que se puede uno imaginar sobre el pasado gobierno, ahora lo que la gente dice, es que hay confianza y como consecuencia mejora todo.

Sin embargo, el trabajo no ha sido fácil, pues, enfrentarse a los «malos», es un tema de pensarse, el gobernador entiende bien eso, por ende, no quiere poner en riesgo la vida, integridad de nadie, los resultados saltan a la vista.

El trabajo de filigrana, queda demostrado en este proceso de mejoramiento de paz, sí, de paz; no es un tema solo de acabar con la delincuencia, es un tema que está centrado en el quehacer político de bienestar, a través de lo más importante, la paz, la libertad y la vida.

Bien por Eduardo, muy bien, ahora, preguntemos que vamos hacer los periodistas, los maestros, los jefes de familia, los diputados, los empresarios, transportistas, en sí, toda la sociedad, porque es fácil gritar que queremos paz, pero también hay que poner de nuestra parte.

Es momento de tomarle no la palabra al gobernador, sino tomarle de la mano y caminar juntos hacia esa paz, es momento de salir a las calles a reconocer el trabajo de desarticulación delincuencial, es momento de decir que estamos todos con esta nueva era.

Lo digo, porque no es, una obligación del ejecutivo, es un trabajo de todos, porque los delincuentes, salieron de la sociedad civil, luego entonces, es momento de entender que debe haber una recomposición social, de manera urgente.

Ahora bien, ¿quiénes están sí, obligados a hacer esa recomposición social? en primera instancia la Iglesia, porque es ahí donde se centra lo espiritual, no es solo llegar a misa, es entender que tenemos que trabajar por el prójimo, atender las necesidades, y en este caso, es la hora de apoyarnos de este sector.

Pero también del magisterio, pues ellos como los apóstoles de la educación, pueden formar en materias como la ética, moral, como era antes, para que no sigamos por malos pasos, es momento de la reconstrucción ciudadana.

Entre el gobierno, magisterio e Iglesia, sin duda cambiaremos todo, estoy seguro que iniciaremos de manera rápida, logrando cambios sustanciales, y poco a poco, ir logrando consolidar esa nueva perspectiva de ser mejores seres humanos.

ENFERMERAS

Este 6 de enero, se celebra el día de la enfermera y enfermero, quienes están ahí dando todo por la vida de los pacientes, si bien es cierto no tienen la licencia para ser médicos, si es correcto decir que, ellos tienen más conocimientos que los nuevos doctores.

A todos muchas felicidades, porque si algo se tiene que valorar, como la libertad, es precisamente la vida, lo que convierte a las enfermeras por su mayoría en número, como las personas que más se tiene que aplaudir como a los médicos.

Así mismo reconocer que junto a ellas, están las parteras, los paramédicos, quienes al darnos los primeros auxilios, podemos decir que seguimos vivos, sin ellos, muchos ya estarían muertos, son un auxilio a las necesidades básicas.

No hay un dato de cuantas enfermeras hay en Chiapas, pero si es cierto que es una de las carreras que sigue teniendo demanda y eso desde luego que es bueno para todos, sobre todo, porque una vez más insisto, se trata de la vida.

Estos son momentos importantes, para entender que siempre será necesario la presencia de ellas, dentro y fuera de un hospital, desde la toma de la presión, una inyección, o cualquier atención nocturna, por eso mismo, subrayo, es importante el reconocimiento a todos y todas.

Ellas y ellos, no ven temas monetarios, es decir, no están para enriquecerse, sino dar atención humanitaria, igual da si se trata de un enfermo por cáncer o alguna enfermedad contagiosa, están ahí a cualquier hora, las personas que usan cofia, se siguen ganando la admiración de todos.

CHIAPA

Ojalá que con los cambios que se están presentando en la fiesta de Chiapa de Corzo, se deje atrás la venta de drogas y alcohol, que es lo que ha hecho, una mala imagen de las costumbres.

También es cierto, que muchos de los ciudadanos, lejos de enriquecer la historia, son quienes intentan acabarla, bajo una ignorancia total, justifican que todo debe ser gusto y alegría, pero para que eso ocurra, tiene que aparecer las armas, drogas y alcohol.

Mucha pobreza intelectual, sin duda alguna, gente que no ayuda y por el contrario, privilegia la hostilidad, por encima de las buenas costumbres del mismo pueblo, pues no les importa nada de lo que acontece.

Ejemplifico algunos casos, los mal llamados Chuntás, ingresan a las iglesias toqueteándose, bebiendo cerveza y alcohol, mentado madre, lo que es un sacrilegio, por lo tanto, ya desde ahí, no puede considerarse como una costumbre sana.

Los niveles de alcohol, es a tal grado, que seudo Parachicos, terminan ahogados de bolos en las banquetas, con sus hijos llorando y cuidándolos, sin saber que hacer.

Parece ser que, la gente no sabe lo que significa las costumbres del pueblo, cuando lo comprendan, entonces veremos como era antes, una solemnidad en cada acto, dando a entender que, por esa razón, el pueblo era temido, reconocido y respetado.

Los santos, no son adornos, sino una representatividad, una forma de entender más fácil la vida de ellos, la religión, no es sinónimo de borrachera, ni justificar las fiestas religiosas para convertirlas en paganas, cuando eso se entienda, entonces se caminará de manera distinta en un progreso cultural, que nos haga sentir orgullosos del legado que nos dejaron los Indios Chiapa y de nuestras propias familias.

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