Qué más pue… / Carlos Coutiño

Historias que no deben morir

Al conmemorarse el día de la libertad de expresión, el próximo sábado, quiero hacer hincapié en cada uno de los que nos dedicamos a la prensa, como bien se sabe, hay quienes nos enfocamos a la política, otros al deporte, nota roja, cultura, entre otros, lo cierto, es que, hay un dato que comparto con todos.

          Desde 1989 cuando inicié, éramos pocos, apenas eran en Tuxtla 3 noticieros radiofónicos, un noticiero en televisión y 10 periódicos, de los cuales 6 ya no existen, luego aparecieron otros y finalmente, hoy podemos ver personas empíricas en redes sociales, haciendo un papel de comunicadores o informadores.

          Puedo jactarme, en conocer 3 tipos de generaciones de los verdaderos periodistas, he visto como algunos hijos de periodistas, siguieron los pasos de sus padres, quizás no tenga el dato exacto, pero es posible haya unas 10 familias en esta circunstancia.

          Hoy quiero enfocarme a dos familias de periodistas, ellos son los Flores Meneses y los Grajales una tradición que se convirtió hasta en una necesidad el de dar continuidad a una labor tan necesaria como esta, sobre todo, porque informar, es un derecho, que dicho sea de paso, no se le ha dado el respeto que se merece.

          Quiero iniciar con Daniel Flores Meneses, no fue corresponsal, fue un reportero directo del noticiero 24 horas con Jacobo Zabludovsky en Televisa, cubrió entre otros temas, la Cámara de diputados federal, temas sociales y algunas cosas que en ese entonces, se veía relevante para todo el país.

          Amet Flores Meneses, fue un reportero que se caracterizó por la peculiaridad de reportear con una paciencia increíble, no se desgastaba en caminar, era más de esperar afueras del PRI o en algún café, todo mundo lo conocía y saludaba, sencillo en 2 palabras te hacía una pregunta incómoda, del cual todos los políticos respondían.

          Harald Salim Flores, siguió los pasos de su tío, y se lució estando en Radio Centro, antes Radio Red con el gran José Gutiérrez Vivó, en el programa Monitor, se despide de la Ciudad de México y llega a Chiapas, para estar en el gobierno del estado, dentro del área de Comunicación Social, fue maestro de periodismo en Tuxtla y finalmente, se concentró en seguir reporteando para un periódico y televisión.

          Pero la familia, dio más frutos, el cual queda constatado con Eri Acuña Meneses, un joven que inició en Tuxtla Gutiérrez, luego fue creciendo y se convirtió por dos décadas en corresponsal de TV Azteca, su gusto por el periodismo, lo llevó a conocer temas diversos, por lo que se enfocó en la cultura y la economía.

          En cuanto a la cultura, decidió especialmente por Chiapa de Corzo, gustó por transmitir las costumbres desde los Floreros y luego los Parachicos, también fue a otros municipios y encontró un sentido a las tradiciones, por lo que dio vida a nivel nacional e internacional de las raíces chiapanecas.

          En cuanto a economía, seguramente, sintió la necesidad de las locatarias, de familias comerciantes, por lo que creó un medio de comunicación para ellas, fue promotor del día del pozol, que ahora, ya no solo se reconoce en la capital del estado, sino en casi toda la entidad chiapaneca.

          Los flores Meneses, son 4 generaciones que han continuado con el periodismo, desde aquel que se hacía en el siglo pasado, hasta la modernidad que se presenta hoy. Hay otras familias que han heredado el gusto de ser periodistas a sus hijos, pero se ha terminado ahí, ya que los hijos de los hijos, optan por otras carreras.

          Vale la pena reseñar a los Grajales, el iniciador de un periódico del pueblo, con el pueblo y para el pueblo, Diarios “Es” Popular; con un gancho al hígado que se llamó “Seco el elotazo”, el creador, don Gervasio Grajales, Poncho su hijo y actualmente el nieto, le ha dado seguimiento, Chacho en otro medio de comunicación impreso,  y también es una familia de periodistas tuxtlecos.

          Martha Grajales excelente conductora de televisión, en sí, una familia que de manera sencilla ha estado dentro de los medios y desde luego, merecen un reconocimiento por ser quienes son, quizás debamos aprender mucho de ellos, por su sencillez, carisma y excelente motivación por el periodismo.

Viene a mi mente, Augusto Solorzano y su hijo Daniel, Ruperto Portela con Vinicio, Leonel Palacios y Leonel hijo, hay más que no viene a mi mente en este momento, pero, lo mismo ocurre en otros municipios, lo cual sigue dando vida al periodismo chiapaneco.

¿Pero, cómo saber de los periodistas viejos? Como entender que había medios de comunicación con una fuerza que hoy pocos tienen; para eso, está la hemeroteca, la cual por falta de voluntad de aquellos políticos del Congreso, no le dieron la relevancia y se perdió una cantidad de historias.

Una hemeroteca con 30 años de existencia, podemos conocer cómo se escribía, como se desarrollaba los temas que hoy, incluso siguen siendo un dolo de cabeza, entre los que se destaca los límites entre Chiapas y Oaxaca, los conflictos indígenas antes que el EZLN apareciera, el inicio de la izquierda en la política, la migración.

Todo eso, lo logró Marisol Culebro Espinosa, es una restauradora de historia viva, leer los diarios viejos, no es solo hablar de historia, es encontrar la raíz de problemas y desde ahí, tener soluciones a los conflictos actuales, con esfuerzo y dedicación, se ha ido manteniendo y se fortalece.

También vale la pena citar lo que dijo el Papa Francisco en su momento, que es que no cumplimos con decir la verdad, sino a medias, solo una parte; la segunda es la calumnia que se convierte en verdad; la difamación es la tercera y que los medios sacan solo para el desprestigio de algo que pasó ya hace muchos años; y la última, es el amor a la caca expresó, sacar en los medios, las cosas sucias para ganar dinero.

El periodismo en Chiapas, tiene un gran valor, una trascendencia que más que aplausos, debería ser tomada en cuenta de otra forma, resguardando cada escrito, consolidando un proyecto moderno, donde el periodismo, no solo sea informativo, sino formador, que enriquezca la historia y forme el futuro.

No quiero cerrar, sin aplaudir también el trabajo que, desde Comunicación Social, tiene el gobernador Eduardo Ramírez, José Luis quien encabeza ICOSO, lo conozco desde sus inicios en Radio Méxicana, su paso por el Senado, demostró su fuerza y por eso, está donde está; pero también como timonel, supo escoger a un equipo de estrellas hombres y mujeres como enlaces y desde la misma oficina en la Torre Chiapas, que se fletan diario logrando un trabajo excelente.

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