Agua más que bendita
Una de las peores carencias que ha tenido el estado de Chiapas, es la falta de agua, gracias a ello, los indígenas presentaron tracoma, otros más como los ladinos, problemas gastrointestinales; todo ello por agua contaminada o simplemente por la ausencia de este, un tema de vida sin duda alguna.
El gobernador Rutilio Escandón Cadenas, la semana pasada, abrió el tema, primero a través de la Secretaría de Salud enviando un exhorto fuerte, para que en ningún municipio se deje de dotar de agua, el otro clorar el vital líquido, en esencia, dar calidad en el servicio, que dicho sea de paso, se cobra como si fuera potable.
Nada vale tanto, como el tema del agua, ni un hospital o escuela, una carretera o una calle, alumbrado o mercado; Rutilio Escandón, hizo lo que tenía que hacer, dar certeza de salud y como consecuencia de vida a los chiapanecos.
No hay que hacer apología a favor del gobierno, ni aspavientos para los aplausos, es cierto, es el deber del gobernante, pero nadie quería hacer política, una acción de humanidad, por eso hoy, se tiene que reconocer que hubo alguien que se mantuvo en su posición, para decir vamos por un mejor Chiapas.
La guerra del agua está y los primeros conflictos que detonarán esa batalla, es lo que se vivió en Chiapa de Corzo con el saqueo de arena y grava, lo que ocurre con los humedales ahora de San Cristóbal de las Casas, entre la Coca Cola y parte de los coletos, pero antes entre la madre de Manuel Velasco y los zapatistas en Roberto Barrios.
Con el agua tratada, podremos decir que habrá salud, desde luego que eso implica educación, llegó el momento de esa metamorfosis, para que el pueblo conozca que es agua potable, que podrá usarla para beber desde la llave, que no habrá riesgo de enfermedades.
Es de mencionar, que en los 124 municipios se ha engañado vilmente, diciendo que tenemos un Sistema de Agua Potable, con el nombre que corresponda al municipio, en Chiapas no existe tal, pero los cobros son como si fuera un favor a la sociedad, es decir precios altos, por solo decir que es potable, cuando en realidad es solamente trasladada a tanques para limpiarla y enviarla a los hogares.
Se ha dado el primer paso, el otro es que se dote todos los días o por lo menos 5 a la semana, evitar el tandeo y entonces cobrar lo que es justo, pero antes devolver lo que se han llevado de manera injusta, por décadas, bajo el argumento que los organismos son importantes, aunque nunca hayan funcionado.
No puede soslayarse la idea, de que es posible que el siguiente paso, sea sanear los ríos, rescatar al Sabinal en el caso de Tuxtla y todos aquellos que hoy son drenajes al aire libre, en cada uno de los municipios, eso dará una sensación de volver a vivir en un ambiente sano.
COVID
¿Cuántas vidas hay que dar, para salvar a la economía? Y ¿cuánta economía hay que gastar para salvar vidas?, es un dilema que se tiene que ver a fondo, aquí hay dos intereses, uno genuino y el otro solamente ambicioso lleno de avaricia.
La vida, no es un tema que esté a discusión, es una prioridad, un derecho, una necesidad incluso; sin ella, de nada sirve los negocios, sin gente nada puede ser fructífero, pero es la desesperación que tienen algunas personas por no poder sostener lo que han hecho, algunos de manera legal y otros no tanto.
Viene a la mente, que es primero, si la gallina o el huevo, aquí es lo mismo, que es primero la vida o el dinero; para unos incluso, ni uno ni otro, la situación en la que se encuentran no vale la pena vivir, pero tampoco que los demás vivan.
De que le sirve a un comerciante, empresario o industrial, que se abran sus negocios, si no hay dinero ni gente que salga a comprar, o que lo haga por uno o dos meses, y luego se empiecen a morir, después quien mantendrá a los ricos, de que sirve vivir un par de meses en la riqueza, si luego se vendrán abajo.
El gobierno federal tiene miedo, sabe que si no acata en parte lo que dice COPARMEX, CONCAMIN, CONCANACO, CANACINTRA, CANIRAC, CCE, CANACAR entre otras, entonces, la economía se muere, más vale dar la vida de los mexicanos, que perder el dinero que se ha invertido.
Es claro que hasta la pandemia resulta ser un gran negocio, no solo los del Norte les es negocio las guerras, también los propios saben hacer paga con el dolor ajeno; han aprendido bien y aunque no les ha salido como han esperado, aún tienen deficiencias en conocimiento sobre el manejo de las mafias.
El negocio de la muerte, es tan fructífera, que los dueños de las farmacias se enriquecen vendiendo productos que son paliativos, pero no curativos; las droguerías venden más con la creación de enfermedades; las funerarias gozan cuando hay muertos; los que hablan de paz, la buscan con guerras; en síntesis, todo es visto desde la óptica del negocio.
Por eso el pleito de abrir cada cortina comercial, por eso es la necesidad de aprovechar lo que sea, para lograr ganancias con esto, es una necedad y mucha ambición, pero así es el mundo, no solo el mexicano, lamentablemente eso también es su perdición.
Queda claro que no hay más que una lucha por el poder político y económico, que solo dura cuando mucho 30 años, casi toda una vida, pero al final, se quedan como siempre, sin nada, muertos y en cajas vacías, pelearon por todo y ganaron absolutamente nada.
Los comerciantes en general, no ven que entre más cierren, sus aparentes perdidas, se convertirán en grandes negocios, porque la gente está ávida de vivir bajo el concepto de mercadotecnia, la gente compra cosas que no necesita, pero es feliz así.