Que mas pue… / Carlos Coutiño

Censura en la web

La reforma al código penal de Sonora, ya observa tintes de censura en internet; si bien es cierto que hay un exagerado abuso de la libertad de expresión, también es cierto que hay un proceso débil del entendimiento sobre que es libertad y que es expresión, pues no todo es lo mismo.
El solo hecho de intentar reducir comentarios, vídeos, imágenes de denuncia pública, memes, especialmente este último; es lo que ha provocado la reacción de políticos, que buscan acabar de manera ignorante ese proceso que ha iniciado con una fuerza mucho mayor a la esperada.
En realidad Facebook, se cataloga como una válvula de escape, es ahí una forma de medición, sobre cómo está el pueblo, pero no exclusivamente en la opinión de sus gobernantes y políticos, sino en la capacidad de entender la situación económica, política, social y cultural de esos ciudadanos que están en la red social.
También es una bomba de tiempo, pues cada vez más, desde ahí se incita a la violencia, se crea discordia, se provoca enfrentamientos, se antepone la exagerada curiosidad sobre diversos temas que no conducen a nada, desde un accidente de tránsito hasta un pleito callejero, un asesinato, por citarlo.
Ese es el problema, que lo que se diga en la red social, poco sirve para una mejor sociedad, se ve como casi todos saben de cualquier tema, sobre todo de política, religión, deporte y hasta astronómico, aunque en su vida hayan tenido la oportunidad de estudiar un año en lo anterior, en cualquier universidad.
Aquí, lo que no se puede trastocar, es que se quiera regular al internet, basta con los dueños de los medios de comunicación privada, que generan censura, para seguir ahora con un modelo arcaico y absurdo de negar el acceso a quienes desean externar algo, que no podían hacer antes.
Sin embargo, el internet, no es la única forma de exponer su sentir, están las marchas, pintas, folletos, lonas, cartulinas, que se colocan en sitios públicos, para decir que creen que está mal o bien, por eso, lo que se haga en Sonora, no bastará para acallar a ningún ciudadano.
Entre más se intente censurar, más fuerte será la crítica, el señalamiento, lo que México necesita, no es un gobierno autoritario, sino un gobierno que abra el debate con el único fin, de poder mejorar las cosas, no caer en ideologías partidistas, ni corrientes filosóficas menos en criterios ancestrales.
No está demás citar el caso del Vaticano, que siendo muy conservador en el terreno espiritual cristiano, sostiene reuniones con científicos ateos, no católicos, no creyentes en Jesús, sobre el tema del mundo y del universo, los presentes escuchan por días las teorías y se enriquece, sin ningún apasionamiento.
Se toman decisiones en general sobre la construcción del mundo y del universo, se aceptan todas las ideas científicas y se analizan, no se critican ni se descartan, porque entonces no hacer lo mismo en la política mexicana.

Peña-libro

Enrique Peña Nieto, presidente de México en el sexenio pasado, ahora vive en Europa, donde pretende escribir un libro sobre la política mexicana, basado desde luego en su experiencia durante los 6 años de su mandato, aunque habría que sumarle su paso en la gubernatura del Estado de México.
La idea totalmente descabellada, hace voltear a ver nuevamente al priista, que hoy intenta aparecer en la palestra con algún fin, poco o nada entendible, solo hay que recordar que cuando apareció en dos ocasiones no supo ni siquiera el nombre del autor ni de que libros se trataban.
Ocurrió en la Feria Internacional del Libro (FIL), citó a Enrique Krauze era el autor de La silla del águila, cuando en realidad fue Carlos Fuentes; la Biblia pero que leyó a medias y no recordaba tampoco la conformación del mismo, cerró diciendo entonces, ningún libro ha marcado mi vida.
Como un hombre que no lee, no es un político, estadista, convincente, líder, que no tiene nada, pudo ser el presidente del país; indudablemente no solo fue la compra de votos que se cita en el actual caso Lozoya, también en el robo de votos y amenazas a los millones de pobres con quitarles el apoyo oficial.
Hoy se atreve a decir que escribirá un libro, si en su lectura en el inglés fue terrible, ¿será que en realidad hablará al estilo de los programas de Telehit o de programas de radio donde solo se abre la boca para decir disparates y pensar que el sexo es lo único que vale la pena?
Cuanto pagará Peña Nieto para que le hagan el libro, pero salta la duda, quien hará ese favor, exponiéndose al escrutinio social, por más dinero que haya, el honor, la fama, la reputación de una persona, no la dejaría por un pago, a menos que sea igual que el propio ex presidente.
En España, ha dicho que no ve a su novia, porque presentó COVID-19, es un tema personal, pero si no tiene quien le diga al oído, que un neófito como él, no debe de escribir, entonces sin duda alguna, el libro no solo no será comprado o vendido, sino que será un comic más de la historia.
Pues no hay que olvidar, que no conoció a la República Mexicana, cunfundió a los municipios de León y Lagos de Moreno como estados, en Veracruz dijo que Boca del Río era la capital, esos y cientos de errores más, no puede ser que lo convierta en escritor, cuando los grandes les lleva años incluso crear una obra.
Dijo el Estado de Tampico, cuando es una ciudad; si siendo presidente y teniendo a los asesores, donde quedó entonces esa opción que se decía ser el mejor candidato, porqué si eso era lo mejor, que pensar de lo que pudo ser peor, ni Vicente Fox, fue tan malo como Peña Nieto.
Esperemos que el 2020, no nos siga sorprendiendo de esta forma, porque seguramente será peor estos 365 días que cualquier cataclismo que pudiera haber ocurrido en el mundo.

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