Educación del COVID
El virus del Sars Cov 2, ha mostrado una cara distinta de Chiapas, todo aquello que se decía que era real en cuanto a un cambio, por lo que la gente se arremolinaba para aplaudir; quedó al descubierto ahora en materia de educación, hace falta de todo y en todas partes, bajo la complacencia del sindicato federal y estatal.
Era sabido que hay escuelas que no cuentan con alumnos y alumnos que no cuentan con escuelas, que los maestros llegaban de martes a jueves, que las clases no eran las adecuadas; sin embargo el virus demostró que no es solo eso, sino que además, se imposibilita dar inicio al curso escolar.
El gobierno federal, opta por clases en línea, el problema de Chiapas, es que hay comunidades que no cuentan con energía eléctrica, otros más, no conocen la computadora, hay hogares sin televisores, la radio es con pilas, pero para ellos es demasiado caro comprarlas.
No puede iniciarse las clases, cuando no hay condiciones, o como seguir la transmisión en línea o televisiva si no hay luz, que clase de burla es esa, como empezar de manera presencial, si no hay aulas en otros lugares, como asistir a la escuela si el maestro no quiere ir por razones de alcoholismo o economía.
Donde está López Obrador, para hacer esa acción de justicia, no se quiere a Velasco Coello en la cárcel, eso no sirve, pero si el que devuelva el dinero, no solo de salud, sino el de educación, el de los empresarios de todos los giros que protestaron, por el incumplimiento de pago.
Se quiere que haya escuelas dignas, a la altura de las circunstancias, no que haya palabras que solo sirven para calentar el ambiente electoral, se quiere que los maestros sean serios y reconozcan sus errores primero y luego las del gobierno, con quien siempre pactan.
Que significa entonces Chiapas, ese estado rico que se dice, rico en qué, será la pregunta, que gran reto tiene Rutilio Escandón Cadenas, gobernador de este estado, no solo heredó una crisis económica, sino que además, rezagos en los dos pilares, como es salud y educación; ese reto es casi inalcanzable en 6 años.
No se necesita ser sabio para decir qué futuro le espera a la entidad, sin embargo, es de reconocer que hay confianza en las autoridades, el mandatario se le ve recorriendo municipios, inaugurando calles, tramos carreteros, espacios de salud, como principales, sin embargo, es poco ante el Chiapas desértico.
Con el presupuesto de la federación y menor aún la del estado, cómo se puede lograr objetivos, pese a ello, se está trabajando, el avance es lento, pero lo que hicieron otros gobiernos, solo fue retroceso, muerte, aniquilamiento, violación de derechos humanos, despojo, todo, en nombre de la ley.
La COVID-19, no solo mostró su fuerza mortal, si no que mostró la muerte de la educación, el triunfo de la ignorancia, del desconocimiento, mostró al mismo tiempo, el infierno que es Chiapas.
Desorden
¿Quién será la persona que está poniendo el desorden en Chiapas?, el interés puede ser múltiple, pero es cierto que bajo el estado neófito de miles de chiapanecos, ha logrado que estos acepten incluso confrontarse contra sus propios conciudadanos, han inyectado el desdén, encono y puesto parte de la historia de que son un pueblo combatiente.
La aparición de ese supuesto grupo armado en la parte norte de Chiapas, es una falacia; solo hay que checar las armas con que cuentan, la vestimenta y sobre todo el adiestramiento al tomar las armas en sus propias manos; demuestra que no son más que zapatistas que quieren sorprender.
En el caso de la ORCAO y sus enemigos, es otro polvorín que fueron a calentar, qué decir de los acontecimientos entre Chenalhó con Chalchihuitán y Aldama, nada es fortuito, el interés de alguien es lo que está provocando todo ello, que incluso sin necesidad de estar en Chiapas, mueve los hilos desde la Ciudad de México.
Hasta donde se va a llegar a costa de tener el poder, da pena y tristeza ver como el pueblo cae en esas argucias por demás estúpidas de gente sin escrúpulo, que desea ocupar cargos y cargos en la política por dinero y poder.
¿Dónde está la iglesia católica, que defendía a los indígenas, a los pobres, que enseñaba la paz, la hermandad, la comunión entre el hombre y Dios, donde está ese momento en que se defendía la vida? Quien sabe, hoy esos mismos pastores se alejan por miedo a morir y se aprovechan los pastores protestantes para empobrecer más al ya de por si jodido.
¿Por qué se busca atacar al pueblo de Chiapas?, en realidad es tan rico como se dice, como para desgraciar la vida de por lo menos un millón de personas, porque eso son, personas, que no por el hecho de hablar distinto, ser indígenas, campesinos o pobres, se les tiene que matar para que los «poderosos» sean felices.
Dejen trabajar al gobierno actual, dejen que Chiapas por fin empiece a caminar, no se puede negar que algunos gobernadores hicieron una parte importante durante su administración, sería iluso el negarlo, pero este es momento de reiniciar, después del terremoto político económico que sacudió en la administración del Verde Ecologista.
El dejar trabajar al gobierno morenista, es hacer que Chiapas empiece a caminar, mostrar pasos importantes, urge pues, cambiar la imagen del chiapaneco, que nunca más se vea como el ignorante, el indio, el imperfecto, el apestado, son momentos de decir que los chiapanecos son grandes por todo.
No solo por sus poetas, también por sus músicos, artistas, políticos, por sus maestros y médicos, por cada uno en su respectiva profesión, por esas manos que siembran, por los herederos de los mayas, zoques, chiapanecas; por todos y cada uno de ellos, se tiene que trabajar, para seguir engrandeciendo a la entidad.
A un lado a quienes se quieren apoderar de lo nuestro, apoyar al gobernador, no es ser morenista, es ser inteligente, porque sumarse a su trabajo, será solamente en beneficio de cada uno de nosotros.