En 1913, Chiapas atravesaba un momento de suma tensión política y social. La división entre regiones y la incertidumbre habían erosionado la convivencia. Fue entonces cuando surgió una idea poderosa y profundamente simbólica: crear un himno que no alabara la guerra ni la confrontación, sino que convocara a la unión y a la paz. Bajo el impulso del gobierno de la época, la palabra y la música se encontraron. José́ Emilio Grajales puso letra al anhelo colectivo, y Miguel Lara Vasallo lo convirtió́ en melodía. No era solo una composición cívica; era un llamado.
Entre sus versos quedó grabada una frase que atraviesa generaciones: “Que retornen las horas serenas”. No hablaba del pasado con nostalgia, sino de la posibilidad de reconstruir el futuro desde la concordia, el respeto y la justicia.
Hoy esa frase vuelve a tener sentido cuando hablamos de seguridad, de paz social y de la reconstrucción del tejido comunitario que tanto anhelan nuestras familias. El primer informe del gobernador Eduardo Ramírez Aguilar no solo fue un ejercicio de rendición de cuentas; fue una señal clara de que Chiapas avanza con orden, sensibilidad y rumbo, a la par del Segundo Piso de la Cuarta Transformación.
La seguridad no puede medirse únicamente en cifras, sino en la tranquilidad de caminar nuestras calles, en el derecho a vivir sin miedo y en la confianza, recuperada, en las instituciones que están al servicio del pueblo.
El gobierno del estado ha dado pasos firmes para dar calma y serenidad a nuestros municipios: la estrategia combina presencia territorial, coordinación con fuerzas federales, fortalecimiento operativo y el compromiso de “cero corrupción”. El informe destaca alrededor de seis mil detenciones, mejor equipamiento, como helicópteros Black Hawk, vehículos tácticos blindados, drones y cámaras, así́ como mejoras salariales para la policía, porque la paz se sostiene de héroes y heroínas que hacen a las instituciones dignas y profesionales.
Destaco también el proyecto Chiapas Puede, una estrategia de alfabetización que reconoce una verdad fundamental: no hay transformación profunda sin educación. Alfabetizar no solo es enseñar a leer y escribir; es abrir oportunidades, dignificar a las personas y romper ciclos históricos de exclusión. Apostar por el conocimiento es apostar por la libertad.
Asimismo, celebro el regreso de la Secretaría de la Frontera Sur, una decisión estratégica que mira al Soconusco como motor de desarrollo. Apoyar esta región es fortalecer la economía, el comercio, la movilidad y la integración regional.
Por estos resultados con los que retornan las horas serenas, por el liderazgo firme y con rumbo de nuestro Gobernador, y por nuestro compromiso inquebrantable con el pueblo, hoy es claro que Chiapas avanza con convicción, con identidad y con la certeza de que el bienestar colectivo es el verdadero objetivo del poder público.
*Diputada Federal de Chiapas por el Distrito XII








