Rap para comer, la improvisada forma de vida de «El Colocho» y Charly

La idea de rimar al ritmo del freestyle en el transporte público surgió una tarde luego de buscar oportunidades laborales sin éxito… desde entonces no han fallado un solo día

Elizabeth Marina / Portavoz

[dropcap]A[/dropcap]l ritmo del freestyle Luis Alberto, alias El Colocho, y Charly hacen frente a la falta de empleo y sacan de las propinas del público el pan de cada día.
Entre rimas rápidas dejan boquiabiertos, sonrojan y divierten a diario a las y los pasajeros del transporte urbano capitalino. En punto de las 12 del día, abordan una de las rutas e inician la aventura; sus letras explícitas reflejan los problemas sociales y desigualdades que enfrenta el país.
–Los políticos tienen dinero de sobra mientras el pueblo tiene que estar al día para poder llevar alimento a su hogar, eso genera delincuencia, la falta oportunidades para los jóvenes los orillan a tomar malas decisiones– comenta Luis Alberto, quien lleva 11 meses haciendo rap en las calles.
Dentro de cinco meses será biólogo pero asegura que sus esperanzas de conseguir un buen empleo en Chiapas son escasas; aunque para ayudar económicamente a su madre salió en busca de trabajo no tuvo éxito, ninguna empresa necesitó de sus servicios, fue así como en las calles encontró la forma de ganarse la vida.
–Lo más difícil es que te dejen subir, pagamos nuestro pasaje pero le damos chance a la gente de sentarse y pues eso de ir parados causa problemas con tránsito pero ahí nos la rifamos, ya tenemos varios meses haciendo esto, le agarramos y vamos mejorando–
Crear conciencia y divertir a la gente son algunos de sus objetivos, sus versos son bien aceptados, la gente responde entre aplausos, sonrisas y propinas.

No hay trabajo

Ante la falta de oportunidades laborales y la crisis financiera esperada para este 2017, el sector empresarial del estado dio a conocer desde sus inicios, que no tiene la capacidad de emplear a los miles de desempleados y egresados de las universidades públicas y privadas.
Incluso, advirtió que Chiapas enfrentará un año difícil, pues ante la desesperación por no poder desarrollarse en actividades licitas, la población desempleada podría ser presa fácil para llevar a cabo actos delictivos.
Conscientes de ello, Charly sugiere a los jóvenes evitar tomar la vía fácil y buscar nuevas alternativas. En su caso, asegura, obtienen entre 80 y 100 pesos en una jornada de cinco horas, y aunque el tráfico y calor son difíciles de soportar, todo vale la pena al final del día, pues lo que más disfrutan les «da para vivir».
–Si no se pueden acomodar a un trabajo formal busquen alternativas en el arte, música y cultura, si uno tiene la capacidad se puede salir adelante–, agregó el joven.
La idea de improvisar en el transporte público surgió de la nada, en una tarde y desde entonces no han fallado un solo día, incluso algunos pasajeros ya los identifican por su creatividad e iniciativa.
Estos músicos callejeros definen su trabajo como algo más que «simplemente pedir dinero» y aunque algunos pasajeros no comprendan que no intentan reírse de ellos sino hacerlos reír, procuran que sus rimas nunca ofendan a nadie.
–El rap es un modo de ganarse la vida y no hacemos una mala acción, para nosotros el mejor pago es el aplauso del público–, finalizaron.

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