Con 25 votos a favor y 10 en contra, senadores aprobaron la enmienda constitucional que adscribe la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional. La decisión que no estuvo exenta de tensiones entre la mayoría y la oposición
Aquínoticias Staff
Se ha aprobado en comisiones la reforma constitucional que adscribe la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Esta decisión, impulsada por el partido Morena y sus aliados, se tomó después de un extenso debate de más de tres horas en el Senado, donde se dejaron sentir las tensiones entre la mayoría y la oposición.
Con 25 votos a favor y 10 en contra, las Comisiones de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos aprobaron la minuta, que ahora será presentada ante la mesa directiva del Senado para su discusión y votación en el pleno. Los morenistas afirman contar con 87 votos, un margen suficiente para alcanzar la mayoría calificada necesaria para la reforma.
Durante el debate, el coordinador del grupo mayoritario, Adán Augusto López Hernández, sostuvo un intenso intercambio verbal con el líder panista Marko Cortés, quien advirtió que la reforma abriría la puerta a la militarización del país. López Hernández, en respuesta, señaló que los gobernadores del PAN han solicitado reiteradamente el apoyo de la GN en sus respectivas entidades, desafiando así la narrativa de militarización.
La presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales, Ernestina Godoy, defendió la reforma como “una medida justificada para proteger a la población y garantizar la paz”, en el contexto de la creciente inseguridad y violencia que enfrenta el país. Godoy enfatizó que, a pesar de las preocupaciones sobre la militarización, existen controles en la Constitución que garantizan el respeto a los derechos humanos y supervisión civil.
“Con este nuevo marco constitucional se fortalece la capacidad del Estado para enfrentar al crimen organizado y otras formas de violencia en diversas regiones del país”, añadió Godoy, subrayando la importancia de la GN como una fuerza operativa a nivel nacional.
No obstante, la oposición continuó su resistencia. El senador Ricardo Anaya y Marko Cortés insistieron en que esta reforma conduce a una militarización de la seguridad pública, sugiriendo la necesidad de replantear la estrategia de seguridad en México. Cortés recordó que en 2017, su partido presentó una Acción de Inconstitucionalidad contra la Ley de Seguridad Interior, acusando que militarizaba el combate al crimen organizado. “¿Por qué cambiaron de opinión?”, cuestionó repetidamente.
En defensa de la reforma, el senador López Hernández recordó que algunos priístas, como Manuel Añorve, habían optado por no estar presentes en discusiones anteriores sobre la participación del Ejército en tareas de seguridad pública. “Mañana lo vamos a ver”, afirmó, anticipando el apoyo de Añorve a la reforma, aunque el propio senador priísta luego desmintió esta afirmación en redes sociales, reiterando su oposición a la militarización de la GN.
Las tensiones entre los diferentes grupos políticos en el Senado reflejan un debate más amplio sobre la dirección que tomará la seguridad pública en México. Con la votación en el pleno programada para mañana, el futuro de la Guardia Nacional y su relación con las fuerzas armadas se mantiene como un tema candente, planteando preguntas críticas sobre los derechos humanos y el modelo de seguridad en el país.