Tras la declaratoria constitucional del Senado, la Guardia Nacional se convertirá en una fuerza de seguridad pública permanente
Aquínoticias Staff
En una sesión histórica celebrada este domingo 29 de septiembre, el Senado de la República llevó a cabo la declaratoria constitucional de la reforma en materia de la Guardia Nacional. Esta medida permite al presidente Andrés Manuel López Obrador promulgar el decreto en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el día de mañana, último día de su administración.
Un respaldo sólido
La reforma, que fue aprobada por el Senado el pasado 25 de septiembre, obtuvo el respaldo de 26 congresos locales, lo que permite su entrada en vigor. Las modificaciones incluyen cambios en varios artículos de la Constitución Política y establecen que la Guardia Nacional se convertirá en una fuerza de seguridad pública permanente. “La creación de esta fuerza es un paso fundamental para fortalecer la seguridad nacional y brindar protección a la ciudadanía”, comentó un representante del Senado durante la sesión.
Con la nueva normativa, el Ejecutivo Federal podrá disponer de la Guardia Nacional para la seguridad interior y la defensa exterior de la Federación, además de tareas de apoyo a la seguridad pública, conforme a lo que estipule la ley. Esto marca un cambio significativo en la estrategia de seguridad del país, donde la violencia y el crimen organizado han sido problemas persistentes.
Estructura y coordinación
Según las reformas, la Guardia Nacional estará integrada por personal de origen militar con formación policial y dependerá de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Esta institución será responsable de ejecutar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, que a partir del 1 de octubre estará bajo el mando de Omar García Harfuch, conocido por su labor como secretario de Seguridad Ciudadana en la Ciudad de México.
El nuevo marco también establece que el Ministerio Público, las policías y la Guardia Nacional conformarán el Sistema Nacional de Seguridad Pública, debiendo coordinarse para investigar delitos y cumplir con los objetivos en esta materia. “La coordinación entre estas fuerzas es esencial para combatir el crimen de manera efectiva”, resaltó un legislador en la sesión.
Reconocimiento de derechos
Las reformas también abordan los derechos, prestaciones y la seguridad social de quienes sirven en la Guardia Nacional, asegurando que tendrán igualdad de condiciones con los miembros de las Fuerzas Armadas. Esto incluye la incorporación del personal de la extinta Policía Federal, quien conservará sus derechos laborales al ser adscrito a la Secretaría de Seguridad Pública.
Los artículos transitorios establecen que el Ejecutivo Federal tomará las medidas necesarias para asegurar que el personal de la Policía Federal que deje de operar en la Guardia Nacional sea debidamente integrado a la nueva estructura. “Es fundamental que estos trabajadores mantengan sus derechos laborales y se integren a un nuevo modelo de seguridad”, afirmó un legislador.
Recursos y presupuesto
Además, se le otorgan facultades al Ejecutivo para transferir recursos presupuestarios a la Sedena, asegurando que los gastos de personal y operativos de la Guardia Nacional sean cubiertos adecuadamente. Esto incluye el financiamiento necesario para los gastos operativos y los salarios del personal de la extinta Policía Federal.
Hasta la fecha, el Senado ha recibido el apoyo de los congresos locales de Baja California, Chiapas, Guerrero, Yucatán y otros estados, lo que muestra un consenso amplio en torno a la necesidad de fortalecer la seguridad en el país.
Con la entrada en vigor de esta reforma, México se enfrenta a un nuevo capítulo en su lucha contra el crimen organizado y la violencia, marcando un cambio estructural en la manera en que se aborda la seguridad pública. La expectativa es que la Guardia Nacional desempeñe un papel crucial en la creación de un entorno más seguro para todos los mexicanos.
