Tras la aprobación en la Cámara de Diputados, la reforma al Poder Judicial quedó en manos del Senado, sin embargo, aquí no hay mayoría calificado para Morena, por lo que lograr pasar la iniciativa recae en un senador de la oposición, quien por su condición de salud, podría dejar la vía libre para que la 4T gane su segundo round
Aquínoticias Staff
La Cámara de Diputados ha aprobado en lo general y en lo particular la reforma al Poder Judicial, enviando el dictamen al Senado para su próxima discusión. En esta etapa, la aprobación se ha vuelto un tema de máxima expectación debido a la posición cercana de Morena y sus aliados de alcanzar la mayoría calificada para convertir la reforma en realidad.
Morena a un voto de la mayoría calificada
El grupo mayoritario en el Senado, liderado por Morena, cuenta actualmente con 85 escaños, lo que lo pone a solo un voto de alcanzar los 86 necesarios para aprobar la reforma judicial. Aunque la oposición, conformada por PRI, PAN y otros partidos, ha prometido votar en contra, existe incertidumbre sobre la postura final de algunos senadores, como Miguel Riquelme, quien ha manifestado problemas de salud recientes.
El Senado cuenta con 127 legisladores, lo que significa que se necesitan dos terceras partes de los presentes para aprobar cualquier reforma constitucional. En este caso, si la sesión cuenta con la presencia total de los senadores, Morena necesitaría 86 votos. Sin embargo, en caso de que la cifra de senadores presentes disminuya a 126, la mayoría calificada puede alcanzarse, lo que ha generado diversas conjeturas sobre la asistencia de los senadores opositores y sus suplentes.
La postura del senador Miguel Riquelme
Uno de los personajes clave en esta votación es el senador Miguel Riquelme, exgobernador de Coahuila y miembro del PRI, quien ha sido claro en su oposición a la reforma. Desde un hospital, donde permanece internado por problemas de salud, Riquelme aseguró que su voto será en contra de la reforma, en especial por la propuesta de elegir jueces y ministros por voto popular, uno de los puntos más controvertidos del proyecto.
En un mensaje difundido desde el hospital, el senador anunció: “Me recupero pronto y estaré presente en la votación para ejercer mi voto en contra de la reforma al Poder Judicial. Aunque mi salud me impida asistir a las discusiones, estaré en el Senado para votar en el momento necesario”.
Esta declaración llega en medio de especulaciones sobre su capacidad para asistir a las sesiones. En entrevista con Azucena Uresti, Riquelme reiteró que, si su salud no le permite estar presente en toda la sesión, al menos lo hará en el momento de votar.
La presión de la oposición
La oposición no ha perdido tiempo en asegurar que la ausencia de Riquelme no afecte la votación. La excandidata presidencial y senadora del PAN, Xóchitl Gálvez, hizo un llamado al senador para que, si no puede acudir, solicite licencia temporal, permitiendo que su suplente vote en contra de la reforma. A través de sus redes sociales, Gálvez declaró: “Es importante que, si no puede regresar al Senado, Riquelme pida licencia para que su suplente pueda emitir el voto en contra”.
En línea con Gálvez, Alejandro «Alito» Moreno, líder del PRI, confirmó que Riquelme ha manifestado su intención de votar en contra de la reforma, pero también insistió en la necesidad de que solicite licencia en caso de no poder asistir. Esto permitiría que el bloque priista de 15 senadores mantenga su voto firme en contra de la reforma.
El contexto político detrás de la reforma
La reforma al Poder Judicial es una de las apuestas más significativas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Entre sus puntos más controversiales está la propuesta de elegir a jueces y ministros mediante voto popular, lo cual ha generado una fuerte resistencia por parte de la oposición y sectores jurídicos que consideran que esto afectaría la independencia judicial.
El bloque de Morena ha defendido la reforma como una forma de democratizar y hacer más accesible el sistema de justicia. Sin embargo, los críticos argumentan que podría abrir la puerta a la politización del Poder Judicial y debilitar la imparcialidad de los jueces.
La incertidumbre en el Senado
A medida que la fecha de la votación en el Senado se acerca, las dudas sobre la asistencia de los senadores opositores, los posibles votos a favor o en contra, y la capacidad de Morena para alcanzar la mayoría calificada mantienen en suspenso el futuro de la reforma judicial. Con solo un voto faltante, cualquier ausencia, licencia o cambio de postura podría determinar el resultado de una de las reformas más importantes del sexenio.
