Es extraordinario como, a pesar de la pandemia, los cierres de fronteras y la caída del empleo en 2020, las remesas siguen llegando. De acuerdo con Banxico, en 2020 ingresaron más de 40,600 millones de dólares, cifra sin precedentes, relacionados con el trabajo y los estímulos fiscales que recibieron mexicanos en EUA por el nuevo gobierno. Así, las remesas permanecieron en segundo lugar en la entrada de divisas, solo por debajo de las generadas por la Industria Automotriz y conformaron el 3.8% del PIB lo que representó 875,000 millones de pesos, que ingresaron en su mayoría por transferencia electrónica.
Se espera que este año la tendencia al alza continúe. Según el Anuario de BBVA México se espera que las remesas que ingresan a México aumenten 21.7% este 2021 (49,400 millones de dólares), ya que se conjugan varias realidades para los trabajadores mexicanos en Estados Unidos. Por una parte, el programa de apoyos y de la administración Biden seguirá favoreciendo a millones de mexicanos, nacionalizados, de segunda, tercera y más generaciones o con greencard y que siguen conectados a familiares en México. Por otra, la política de vacunación y el plan de reactivación económica ha impactado en la sorprendentemente rápida recuperación de empleos para la población latina. Esto indica más empleos y más dólares con un poder adquisitivo alto.
Las remesas han incrementado su protagonismo y ahora actúan como una palanca que sostiene la economía nacional. Además, uno de cada 4 dólares es fruto del trabajo de una mujer. Un pilar que, sin importar la crisis, continúa aportando divisas a la economía nacional, por encima del turismo, y se debe precisamente al trabajo de las y los mexicanos que trabajan en el extranjero, la mayoría en EUA y que no olvidan sus raíces y siguen apoyando a sus familias que aun radican de este lado del río Bravo.
Como vemos, las remesas y en este caso, las y los mexicanos residentes en el extranjero tienen gran importancia para la economía del país, sin embargo, hasta hoy, solo en la Ciudad de México, Guerrero y Zacatecas se puede votar por diputaciones migrantes; y el voto desde el extranjero solo es para senadurías y para la Presidencia de la República –por primera vez en 2018–.
Aún hay mucho por hacer para que se amplíen estos derechos y respaldar su esfuerzo. Por ejemplo, reevaluar y regular la relación entre comisiones y tipo de cambio que pueden resultar en reducciones de 3 a 10 dólares por envío. Somos el tercer país que más remesas recibe después de India y China, en contraste tenemos el quinto lugar en el cobro de comisiones en América Latina, en detrimento de quienes envían y reciben remesas. El esfuerzo de las y los mexicanos que trabajan en el exterior debe ser reconocido con hechos, velando por sus beneficios y derechos, económicos, sociales y políticos. Es lo mínimo que les debemos.