Renglones Torcidos / Francisco Felix

Voló Don Chico

Hoy jueves 17 de septiembre desperté con la noticia del fallecimiento de Eraclio Zepeda, partió al eterno oriente en la madrugada a la edad de 78 años, dejando a la nación un sinfín de palabras que juegan entre ellas para describir como nadie los diversos paisajes de su estado natal, formando así un importante acervo cultural sobre costumbres y tradiciones de los chiapanecos para el mundo.
La primera vez que escuché a Don Eraclio o Laco como le dicen sus amigos, y repito «escuché» porque antes de leerlo pude disfrutar de una de sus tantas narraciones, fue hace algunos años en una feria municipal del libro en Tuxtla Gutiérrez, en ese entonces yo no sabía quién era él pero cuando empezó a hablar descubrí que tenía el asombroso poder de la palabra, y no ese don que sirve para amansar lobos o acarrear ovejas, sino ese don que trasporta a mundos que sin conocerlos te vuelve un habitante de ellos y con cada exclamación recuerdas que ya conocías cada rincón de las palabras de este extraordinario cuentista y narrador chiapaneco. Recuerdo bien que al salir de aquella conferencia, inmediatamente adquirí su libro «Benzulul» y me convertí en uno de sus admiradores.
Ver a Don Eraclio recorriendo la ciudad era algo muy común, asimismo encontrarlo en eventos culturales y tomarse fotografías con él también, era una persona muy afable y siempre dispuesta a contar alguna de sus historias, por ello es que en octubre del 2014 junto con mi amigo Samuel Revueltas, creamos la Asociación Cultural «Don Chico que vuela», nombre de uno de los cuentos más populares de Eraclio Zepeda, en ese sentido la AC tiene como fin fomentar la lectura en nuestro estado y honrar al escritor que inspiró el nombre. Recuerdo bien que en cada evento en donde nos lo encontrábamos pensábamos en pedirle que nos apadrinara, pero fue un tema que siempre postergamos.
La última vez que vi a Don Laco, fue una mañana del sábado ocho de agosto del año en curso, yo tenía muchas fotos con él pero jamás le había pedido que me autografiara uno de sus libros, así que ese día lleve su libro de cuentos «De la marimba al son». La razón de la visita era entrevistarlo por el 123 Aniversario de Tuxtla como capital de Chiapas y preguntar sobre cómo surgió «Don Chico que vuela», al punto asistimos Samuel Revueltas, Alejandra Aguilar y yo.
Como siempre el recibimiento por parte de Eraclio Zepeda fue de lo mejor y sus anécdotas sobre Tuxtla no se quedaron atrás, mientras Samuel Revueltas hacía las preguntas, yo documentaba en video la entrevista y Alejandra Aguilar escuchaba a los lejos con atención todo lo que decía, cabe señalar que hasta ese momento ella desconocía la obra de Laco.
Sobre «Don Chico que vuela», nos contó que efectivamente dicho personaje si existió allá por el rumbo de Comitán y que era un señor que quería volar, obviamente no lo consiguió pero «ahora por fortuna Don Chico vuela todos los días», afirmó con esa sonrisa que lo caracterizaba.
Concluyendo la entrevista Eraclio Zepeda se levantó de su silla y se dirigió a Alejandra para preguntarle: «Te aburrí muchacha», a lo que ella respondió que no, porque al igual que yo la primera vez que lo escuché quedo maravillada con su narrativa mágica que lo identificaba.
Finalmente autografió mi libro y prometió apadrinar nuestra AC, lamentablemente el tiempo no perdona la pérdida del mismo y hoy Don Laco ya no está con nosotros físicamente, pero nos continuará acompañando en cada uno de sus libros y en cada anécdota que todos podremos contar sobre él, sobre ese hombre que escribía sobre indios porque eran las personas que mejor conocía, si hubiera conocido cosmonautas hubiera escrito sobre cosmonautas, declaró alguna vez.

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