Con su poemario Presagio lóbrego, la escritora tzotzil y galardonada del Premio de Literaturas Indígenas de América 2024, Ruperta Bautista, transforma el dolor y la exclusión en poesía, homenajeando la riqueza cultural y el legado de los pueblos originarios
Aquínoticias Staff
En el marco de la Feria Internacional del Libro, la escritora chiapaneca Ruperta Bautista fue galardonada con el Premio de Literaturas Indígenas de América 2024, un reconocimiento que busca enaltecer las voces de los pueblos originarios y promover su legado cultural a través de la literatura.
Bautista recibió el premio por su poemario Presagio lóbrego, una obra profundamente emotiva que refleja la cosmovisión tzotzil y narra, desde el corazón de Huixtán, Chiapas, el dolor y la resistencia de las comunidades indígenas frente a la violencia histórica y estructural que han enfrentado.
“Presagio lóbrego”: Un canto al dolor y a la memoria
En su discurso de aceptación, la escritora expresó su orgullo de pertenecer a una cultura milenaria y dedicó su obra a las mujeres tzotziles, en especial a aquellas cuya vida fue truncada antes de tiempo, pero que dejaron un legado invaluable en sus comunidades.
“Cada verso de mi poemario lleva consigo el dolor, la orfandad y el desconsuelo de quienes han visto deshebrarse la vida. Está dedicado a las madres, a las topiles, a todas las personas que han perdido a la mujer que les dio la vida”, manifestó Bautista, conmoviendo a los asistentes.
Bautista recordó su infancia marcada por el rechazo y la discriminación hacia su cultura. Desde entonces, la violencia y la exclusión que presenciaba quedaron registradas en pequeños fragmentos de escritura, que con el tiempo evolucionaron en textos literarios.
“No entendía la magnitud de la exclusión que enfrentaba mi pueblo. El dolor acumulado se convirtió en una cicatriz que cargué durante años, hasta que encontré en la escritura una fórmula para sobrellevar esa pesada carga”, explicó.
Hoy, su obra no solo denuncia las injusticias que enfrentan los pueblos originarios, sino que también celebra su grandeza, sabiduría y conexión con la naturaleza y la Madre Tierra.
El Premio de Literaturas Indígenas de América, en su duodécima edición, reconoce a escritores y escritoras que, como Ruperta Bautista, utilizan la literatura para preservar y enriquecer el legado de las comunidades indígenas en América Latina.
Bautista destacó que este reconocimiento no solo es un triunfo personal, sino un llamado a valorar y proteger la riqueza cultural y filosófica de los pueblos originarios. “Escribir es nuestra manera de resistir, de existir y de honrar a quienes vinieron antes que nosotros”, concluyó.
Con esta obra, la escritora chiapaneca reafirma su compromiso de seguir siendo una voz para su pueblo y un puente para compartir con el mundo la profundidad y belleza de la cultura tzotzil.