María del Carmen Aguilar asumió el honor en el Carnaval Zoque, con la misión de preservar y compartir esta bebida ancestral, símbolo de identidad y tradición
Noé Juan Farrera Garzón / Aquínoticias
En el corazón del Carnaval Zoque de San Fernando, una de las festividades más emblemáticas de Chiapas, María del Carmen Aguilar fue nombrada “Madre Primera del Pozol”, un título que honra no solo su dedicación, sino también la profunda conexión de su comunidad con sus raíces ancestrales. Este cargo, que forma parte del Cohuiná —grupo que rinde homenaje al Señor Jesús de la Buena Esperanza—, tiene como misión velar por la preparación y distribución del pozol, una bebida que trasciende lo gastronómico para convertirse en un símbolo de identidad y resistencia cultural.
El pozol, elaborado a base de maíz y, en algunas versiones, con cacao, es una herencia viva de las antiguas civilizaciones mesoamericanas. En el Carnaval Zoque, esta bebida se sirve sin endulzantes, acompañada de trozos de panela o piloncillo para quienes prefieren un toque dulce. Más que un alimento, el pozol es un vínculo con el pasado, un recordatorio de la riqueza cultural que los zoques han preservado a lo largo de los siglos.
María del Carmen, emocionada y agradecida, expresó que servir a su fe y a «Jesusito de la Buena Esperanza» es un privilegio y una bendición. “Este nombramiento no solo es un honor personal, sino una responsabilidad con mi comunidad y nuestras tradiciones”, afirmó. Acompañada por un grupo de mujeres dedicadas a la preparación de los alimentos durante la festividad, su labor refleja el compromiso colectivo por mantener vivas las costumbres que definen a San Fernando.
El Carnaval Zoque es una celebración que fusiona música, danzas y ritos ancestrales, creando un espacio donde la identidad cultural se renueva y fortalece. En este contexto, el pozol no es solo una bebida, sino un elemento sagrado que une a la comunidad y conecta a las nuevas generaciones con su herencia.
“El pozol es nuestro sustento, nuestra historia y nuestro orgullo”, compartió una de las asistentes al carnaval. “Ver a María del Carmen asumir este rol nos llena de alegría y nos recuerda la importancia de preservar lo que nos hace únicos”.
En un mundo donde las tradiciones enfrentan el riesgo de desaparecer, el Carnaval Zoque y figuras como María del Carmen Aguilar son faros de esperanza. Su dedicación no solo enriquece la festividad, sino que también asegura que el legado de los zoques siga vivo, transmitiéndose de generación en generación.
Mientras el pozol fluye en las manos de los asistentes, San Fernando celebra no solo una bebida, sino un símbolo de resistencia, identidad y amor por sus raíces.
Con información de Primer Plano Magazine


