Santo Domingo: Ecocidio solapado por el gobierno

La disminución en el nivel del río, debido a la extracción ilegal de material pétreo, la contaminación y la pérdida del ecosistema, se agudiza con la complicidad de las autoridades ambientales y los representantes de la iniciativa privada, acusan hasta el cansancio los pobladores de Chiapa de Corzo: «este gobierno no tiene nada de verde ni de ecologista y las autoridades municipales son cómplices beneficiarias de las empresas extractoras»

Elizabeth Marina / Portavoz

[dropcap]L[/dropcap]as aguas del Río Santo Domingo, ubicado en el municipio de Chiapa de Corzo, han disminuido drásticamente de nivel, sus alrededores lucen desolados y los habitantes de la zona transitan por veredas áridas que en algún momento formaron parte del afluente que hoy parece desvanecerse.
La extracción desmedida de arena en los pozos del río, material que es utilizado en la industria de la construcción del estado, ha ocasionado que la profundidad del agua disminuyera hasta cinco metros, según refieren habitantes de la colonia América Libre, municipio de Chiapa de Corzo.
Por mucho tiempo, pobladores de comunidades aledañas han denunciado este desastre social y ecológico; el río Santo Domingo se está muriendo a la vista de todos, sin que las autoridades correspondientes hagan algo para detenerlo.
Impotencia es lo que mejor describe lo que reflejan sus rostros, las mujeres y hombres saben que este sitio ya no es el mismo que un día fue un atractivo natural rodeado de árboles y en donde por muchos años se reunieron cientos de familias.
Esta devastación también ha dañado la economía de esta zona, y es que quienes solían obtener agua del río para cubrir sus necesidades, se han visto obligados a recurrir a la compra de pipas, inversión que ha terminado por impactar en el gasto familiar.

Extracción desmedida

Los ribereños denuncian que las autoridades ambientales tanto del gobierno estatal como federal poco han hecho para regular la extracción del material, incluso afirman que el número de maquinarias trabajando va en aumento, por lo que piden hacer algo para regular estos trabajos.
Voces como la del señor Damián Montesinos, ejidatario y representante de la lucha en «Defensa del Río Santo Domingo», se han alzado para denunciar la problemática, pero no han tenido éxito.
Para la agencia Mural Chiapas, este hombre que ha visto cómo ha ido muriendo el afluente, señala que fue en la década de los 90 cuando se empezaron a secar los pozos artesianos del lugar, las orillas se convirtieron en grandes barrancos y las tierras dejaron de cultivarse.
«Hemos firmado minutas de trabajo en las que la autoridad se compromete a la aplicación de la ley, pero nadie ha hecho nada, la extracción sigue», denunció Montesinos.
Basta recordar que el año pasado, ante la indolencia que ha demostrado este gobierno estatal emanado de las filas del Partido Verde Ecologista de México, habitantes de 13 colonias del municipio de Chiapa de Corzo tomaron las instalaciones de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en la capital del estado, para exigir que sus demandas fueran escuchadas.
Una vez más denunciaron el severo deterioro del ecosistema de esa zona, así como la contaminación y los daños a la salud por el constante derrame de aceite hacia las corrientes de agua.
El activista Héctor Montesinos Cano, quien también emprende una lucha debido al daño ambiental que la empresa Proactiva ha ocasionado a un predio de su propiedad, expresó a la prensa local que la extracción de arena la llevan a cabo más de 40 compañías, muchas de las cuales operan en la ilegalidad.
Por si fuera poco, detalla que aunado a lo anterior, las máquinas que se encuentran trabajando sustraen cantidades de arena por encima de lo permitido; de acuerdo con estimaciones de los ejidatarios las extracciones son un 300 por ciento más de lo que establece la Conagua, instancia que otorgó los permisos sin importar el daño ambiental que hoy es más que evidente.
Una investigación documental realizada por el periódico local Cuarto Poder, detalla que la Conagua concesionó cerca de 5 mil millones de metros cúbicos por año a las aproximadamente 100 concesiones que otorgó para extraer material pétreo del río (arena y grava), según el registro de diciembre del 2015.
No obstante, indica que debido al poco control y claridad del tema, se considera que se lleva a cabo un saqueo de al menos 10 mil millones de metros cúbicos por año que se le extraen del Grijalva tanto de manera legal como ilegal.
Para el portal Tierra de Todas, la periodista Jeny Pascasio documentó junto con pobladores del Ejido Amatal problemas como deforestación, quemas, sequía, entro otros, que también padece el río Santo Domingo y que se suman a la extracción ilegal de material pétreo y la contaminación de residuos tóxicos.
En el trabajo, realizado en 2015, los pobladores denunciaron la corrupción que hay en dependencias como la Conagua y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y expresaron que los concesionarios desvían el cauce del río para beneficiarse de la arena además de que la empresa Pepsico deposita sus desechos en el río a un kilómetro de la bomba del Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (SMAPA) que abastece de agua a Tuxtla Gutiérrez.

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