Con el primer caso importado confirmado, el gobierno estatal responde con cercos, vacunación y vigilancia para contener riesgos y proteger a la niñez chiapaneca
Aquínoticias Staff
El primer caso confirmado de sarampión en Chiapas no es solo una alerta sanitaria: es una prueba de capacidad institucional. Un niño de cuatro años en el municipio de San Fernando, con antecedente de viaje al occidente del país, presentó síntomas y fue identificado de manera oportuna por el Sistema Estatal de Vigilancia Epidemiológica. El diagnóstico fue confirmado mediante prueba PCR. Hoy se encuentra estable, en aislamiento domiciliario.
La reacción no se hizo esperar. La Secretaría de Salud del estado activó de inmediato un cerco sanitario, aplicó vacunación intensiva y realizó barridos casa por casa en la localidad afectada. En total, se recorrieron 130 manzanas y se visitaron 867 viviendas. La intervención fue quirúrgica y disciplinada, lo que permitió frenar cualquier especulación sobre un brote en expansión.
La dimensión política del hecho no es menor. En un país con más de 3 mil casos confirmados de sarampión en 20 estados —con Chihuahua como epicentro—, Chiapas logra colocarse del lado de los gobiernos que actúan con rapidez y no esperan a que la crisis los alcance. Las cifras respaldan la estrategia: más de 104 mil dosis de la vacuna triple viral ya han sido aplicadas este año en el estado.
La salud pública, como espacio de acción política, requiere decisiones técnicas pero también mensajes claros. Por eso el llamado a madres, padres y tutores para vacunar a menores de 10 años no es solo una recomendación médica: es una consigna cívica. La campaña “Unidos contra el Sarampión” busca cobertura universal, más allá del tipo de derechohabiencia o institución.
En este contexto, la respuesta coordinada entre instancias federales y estatales refuerza la idea de que la prevención sigue siendo la mejor política pública. Y aunque el caso detectado en San Fernando es importado, las autoridades no caen en triunfalismos: reconocen que en salud, la reacción a tiempo es tan importante como la contención a largo plazo.
La vigilancia epidemiológica, la cobertura de vacunación y la capacidad de respuesta serán observadas con lupa en las próximas semanas. En un entorno nacional donde resurgen enfermedades prevenibles, Chiapas tiene la oportunidad de mostrarse como una entidad que no improvisa. Frente al sarampión, no hay lugar para titubeos.