El presidente López Obrador criticó el uso del terror contra una iniciativa que busca «purificar la vida pública» y evitar que la justicia siga siendo una «puerta giratoria», donde los delincuentes entren y salgan en breve
Aquínoticias Staff
En su gira por el sureste del país, el presidente Andrés Manuel López Obrador reafirmó su compromiso con la reforma judicial, argumentando que su objetivo es eliminar la corrupción en el Poder Judicial y garantizar que los criminales no se beneficien de la impunidad. «Nos faltan como 20 días y les están queriendo confundir que hay mucha inestabilidad porque vamos a llevar a cabo la reforma judicial», declaró el mandatario ante una multitud, rechazando las críticas que han surgido en torno a la propuesta.
López Obrador lamentó que ciertos sectores estén «metiendo miedo» respecto a la reforma. Enfatizó que no hay razón para temer a esta transformación, ya que el principal objetivo es «purificar la vida pública». Según el presidente, la corrupción dentro del sistema judicial ha permitido que delincuentes salgan en libertad poco después de ser detenidos, lo que él denomina «puerta giratoria». «Cuesta mucho detenerlos y se arriesga la vida de policías, marinos y soldados para detener a estas fichitas. Y a la semana, puro sabadazo, ordena un juez que se les libere», dijo con tono enérgico, señalando la necesidad urgente de un cambio.
En este contexto, López Obrador ha insistido en que la reforma judicial es una de las prioridades antes de concluir su mandato. Esta medida llega en un momento en el que la desconfianza en las instituciones judiciales es alta, con datos del INEGI que muestran que más del 60% de los mexicanos perciben corrupción en el sistema judicial. La percepción pública sobre los jueces y magistrados también se ha visto afectada, en parte debido a casos mediáticos donde criminales han sido liberados bajo cuestionables decisiones judiciales.
Además de abordar la reforma judicial, López Obrador destacó los logros de su administración en materia económica. Señaló que durante su sexenio se ha mantenido la estabilidad de la moneda, una situación que contrastó con lo ocurrido en gobiernos anteriores: “Hace 50 años que cada sexenio se devaluaba la moneda y en este gobierno se ha logrado que se mantuviera la fortaleza de la moneda». Este logro, según el presidente, ha sido fundamental para consolidar su proyecto de transformación.
El presidente, quien está a pocos meses de dejar el cargo, reiteró su intención de retirarse de la vida pública y política: «Ya cumplí. Ya logramos sentar las bases de la transformación». En su discurso, describió la situación en la que se encontraba el país antes de su llegada al poder como una crisis no solo económica, sino también moral y cultural. «Era una decadencia, un proceso de degradación progresiva», recordó, afirmando que la única solución fue emprender una transformación profunda, a la que calificó de «revolución».
Sin embargo, López Obrador enfrenta críticas de diversos sectores que consideran que la reforma judicial podría concentrar demasiado poder en el Ejecutivo y reducir la independencia del Poder Judicial. No obstante, el presidente ha defendido la reforma como una herramienta esencial para acabar con la impunidad que, según él, sigue siendo uno de los principales problemas del país.
La tensión en torno a la reforma continúa creciendo, y con solo unas semanas antes de su posible aprobación, el debate político en México está más polarizado que nunca. Mientras tanto, el presidente sigue buscando apoyo popular, confiando en que «el pueblo» será el encargado de purificar la vida pública y de consolidar los cambios que ha promovido a lo largo de su mandato.
