El bajo nivel del agua en Malpaso mantiene en una situación crítica la economía de decenas de familia
Gaspar Romero
[dropcap]L[/dropcap]os pescadores del bajo Grijalva sufren los estragos de la falta de lluvia. A pesar de vivir en las inmediaciones de la rivera de la presa Netzahualcóyotl, conocida como Malpaso, y se dedican a la pesca, esta actividad ha bajado y mermado su economía desde marzo a la fecha, debido al nivel del agua.
El impacto económico es grave para los pescadores debido a que la empacadora ubicada en la cabecera Municipal de Tecpatán, que compra el producto, no les incrementó el precio del kilogramo de Tilapia, ni Bagre, se los paga a 15 pesos, por lo que mantienen una disputa pues el costo es muy bajo y los insumos son muy altos.
«Estamos hasta el tope de deudas», dijo don Vicente Jiménez Pérez, quien vive desde hace 25 años en la zona de Apic Pac, donde se ubica el embarcadero hacia Quechula. En las zonas cercanas a los playones que enseña el bajo nivel del agua, mantienen los criaderos de Tilapia para su reproducción y cuyas crías son sueltas al agua de la presa.
Les tenemos que dar tres veces al día de comer alimentos y muchos de los pescadores han solicitado a crédito y por la baja en el precio del producto no pueden cubrir sus adeudos, «es por eso que decidimos no vender por el momento a la empacadora», pero tampoco han buscado otros mercados, acotó.
«El equipo de Pesca es rudimentario, utilizamos trasmallo para poder capturar la materia prima, sin embargo el bajo nivel del agua, pierden los trasmallos, ya que la corriente del agua se hace más fuerte y arrastra ramas secas y esto rompe la malla y se pierde, por lo que las esperanzas por recuperar en corto plazo la actividad pesquera es poca», dijo.
Alfredo Sánchez Hernández, uno de los representantes de los Pescador, dijo «por ratos es que ha llovido, solo cae nortecito, un poco de norte; porque el que llena es el aguacero que si le da galán; pero no ha llovido».
El bajo Grijalva, se ubica entre los Municipios de Ocozocuautla, Copainalá, Mal Paso y Tecpatán, entre otras demarcaciones. La mayoría de los habitantes que viven en la rivera se dedican a la pesca, cuyo producto comercializan a una empresa empacadora, sin embargo desde mayo a la fecha lluvias ha sido escasa.
Lo que se ha perdido por el bajo nivel del agua es el equipo, «Por mucho palo que hay no pueden tender su trasmallo. Al tender su trasmallo lo amarran y con el viento lo hace a un lado y ya lo perdieron, por ese motivo no tienen», acotó.
En temporadas como estas el nivel de pesca son de hasta cien kilos diarios, ahora se pesca 5 kilos, 2 kilos es variado ó hasta 8 kilos, de Tilapia, Tenguayaca, Macabil; Zacatera, Bagre de 25 a 30 kilos; la plateada entre otras que son reproducidas en Granjas.
En tanto, lo que queda de la Iglesia de Quechula, San Juan Quechula o Quechula Viejo, permanece emergida desde marzo pasado y a pesar de que ha empezado a subir el agua, esta no ha podido sumergirse, pues la sequía no le permite al río Grijalva elevar el nivel del caudal; por lo que el temor es que no suba.
Quechula se ubica en el Municipio de Tecpatán, bastión de la etnía zoque, es una antigua población que representó un asentamiento donde los frailes dominicos construyeron el edificio a la par del exconvento de Tecpatán.
Esta antigua población y su templo fueron abnegados por las aguas de este caudaloso rio cuando fue construida la presa hidroeléctrica Netzahualcóyotl, por lo que quedó sumergida a veinte metros bajo el agua por lo que solo es posible ver la edificación cuando el desfogue del caudal de la presa llamada también Malpaso crea el estiaje que lo hace posible.
En plena temporada de lluvias aún se observa el 90 por ciento de la nave, el nivel de agua no crece y es por eso que la actividad pesquera ha mermado en la zona.
La zona donde se ubica Quechula era el paso principal para viajar hasta el estado de Veracruz y cuenta la leyenda que fue la zona donde vivió la llamada Malinche, según las crónicas de Bernal Díaz del Castillo.
