Chenalhó es uno de los municipios de Chiapas que más personas han tenido que desplazarse de manera forzada debido a la presencia de grupos paramilitares
Sandra de los Santos / Aquínoticias
A 24 años de la masacre de Acteal en el municipio de Chenalhó, en donde 45 personas fueron asesinadas, las familias de ese lugar continúan siendo expulsadas.
Chenalhó es uno de los municipios de Chiapas que más personas han tenido que desplazarse de manera forzada debido a la presencia de grupos paramilitares.
Elena Pérez Jiménez es una de las sobrevivientes de la matanza de Acteal en el municipio de Chenalhó, lleva 24 años pidiendo justicia para su papá, sus hermanos, su cuñada y sus sobrinas, que fueron asesinados el 22 de diciembre de 1997, mientras oraban en la ermita de la comunidad.
Entre las personas asesinadas estaban 21 mujeres, cuatro de ellas embarazadas. También habían nueve niños, algunos no tenían ni el año de edad.
Elena tenía 20 años cuando perdió a siete integrantes de su familia, asegura que no hubo ningún enfrentamiento el 22 de diciembre de 1997 en Acteal, lo que se dio fue una masacre porque nadie de los asesinados o sobrevivientes estaba armado, los paramilitares rodearon la comunidad y después asesinaron a quienes oraban en la ermita. Durante seis horas estuvieron persiguiendo y disparando a los habitantes de Acteal.
Dice que fueron como cien los que participaron en la matanza, ella alcanzó a ver a varios, los reconoce por su nombre y apellido porque vivían en la comunidad o en otras cercanas como Los Chorros y La Esperanza. Algunos, de los que los sobrevivientes reconocen como autores materiales de la masacre, todavía viven en Chenalho, caminan por la carretera frente a la escultura de la «infamia», que está en la entrada de Acteal, sin que nadie les diga algo.
Antes de la matanza del 22 de diciembre hubo varios enfrentamientos y también se quemaron casas. Varias familias se tuvieron que ir.
La situación no es muy diferente, ahora, las familias siguen siendo desplazadas de ese municipio por la presencia de grupos paramilitares.
Tan solo el 26 de mayo del 2016 salieron del ejido Puebla en Chenalhó, 249 personas, que llevan más de cinco años viviendo en un campamento en San Cristóbal de las Casas, que antes era una granja avícola.
Diego Cadenas Gordillo, defensor de los derechos humanos, aclara que los desplazamientos del Ejido Puebla y el que se dio en Acteal son distintos, pero que en el fondo se debe a la misma problemática, la presencia de los grupos paramilitares.
En el municipio de Aldama, que colinda con el de Chenalhó, también hay cientos de familias desplazadas debido a los ataques frecuentes que reciben de parte de los grupos armados que operan en la comunidad Santa Martha en Chenalhó, los cuales han sido documentados por el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas.
A pesar que la masacre de Acteal puso en el mapa internacional el municipio indígena de Chenalhó, a 24 años de ese suceso este lugar sigue siendo una tierra dominada por grupos paramilitares.