Se debe dejar participar a todos en el 2018, incluido PSM: Sami David

Para el excandidato a gobernador de Chiapas, se han vulnerado las instituciones políticas, electorales y sociales. Se ha dejado de atender la multiexpresión de los chiapanecos. Se ha querido pintar todo del mismo color y eso tiene el ambiente tensionado, muy cercano al conflicto social. Para gobernar, sostiene, se debe garantizar una mayoría estable y no ficticia

Rodrigo Ramón Aquino / Portavoz

[dropcap]S[/dropcap]ami David David está por cumplir 67 años de edad, cuatro años menos que el titular del Poder Ejecutivo en los Estados Unidos de Norte América, Donald Trump, y tres años más que el líder social y partidista que buscará por tercera ocasión la presidencia de México en 2018, Andrés Manuel López Obrador.
Su edad acumula probada experiencia política, social y legislativa, por lo que en su caso no aplica aquella máxima infernal de que el Diablo sabe más por viejo que por Diablo. Como servidor público fue colaborador de Enrique Olivares Santana en el Senado Mexicano, en Banobras y en la Secretaria de Gobernación, en donde llegó a ocupar la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales. Y hasta hace relativamente poco fue director general del Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias (CEDIP) de la Cámara de Diputados.
Con visitas más recurrentes a Chiapas, la más reciente declaración política que dio a los medios de comunicación locales fue que participará activamente en el proceso electoral del 2018, bien como candidato a algún puesto de elección popular o bien como operador de su partido: el PRI.
Pero independientemente si aparece o no en las boletas electorales del próximo año, a Sami David le interesa mandar un mensaje a tiempo a la clase política y a la ciudadanía del estado y éste es: no se puede seguir dinamitando a las instituciones electorales y políticas, no se puede renunciar al derecho a participar y no se puede excluir a nadie de hacerlo. La semilla de ingobernabilidad puede germinar en conflicto que atente contra el desarrollo de Chiapas.
—¿A qué se refiere con no fraccionar el poder para evitar conflictos?
—Me refiero a que en aras acceder y conservar el poder se han vulnerado las instituciones políticas, electorales y sociales. Se ha dejado de atender la multiexpresión de los chiapanecos. Se ha querido pintar todo del mismo color y eso tiene el ambiente tensionado, muy cercano al conflicto social.
—¿Se refiere a los muy conocidos fraudes electorales, a los conflictos poselectorales, a la falta de atención de los problemas sociales en aras de lo que ellos llaman «carro completo»?
—Creo que hay que pasar de las alianzas meramente electorales, a las alianzas de gobierno, en las que todas las expresiones, principalmente las opositoras tengan cabida. Hay que garantizar mayorías estables y no ficticias. Hay que gobernar con la ciudadanía. Chiapas no puede reducirse a la expresión de la exclusión.
—Mucho se ha criticado la forma en que opera el partido político en el poder. Ocupa todo, reparte, promete y condiciona todo. Ya no hay competencia electoral, se sabe de antemano quién va a ganar, como ocurrió en 2012, y como está ocurriendo para el 2018. Ellos ponen los candidatos, por el partido que sea, y los chiapanecos no ven cómo participar, todos los espacios ya están ocupados, comprometidos.
—Cada proceso electoral debe ser una expresión viva. Chiapas debe estar expuesto a la incertidumbre electoral. Es decir, que en condiciones democráticas y de auténtico respeto a la voluntad popular, cualquiera pueda participar y cualquiera pueda ganar. No que en las condiciones actuales no dejan nada a la imaginación.
—Los partidos políticos olvidaron que su papel es organizar a la ciudadanía para acceder al poder. Los partidos políticos no son el poder.
—Para evitar el conflicto al que me refiero, deben existir amplios caminos de libertad política, para que los diversos intereses y expresiones de los chiapanecos se traduzcan en gobiernos y en representaciones auténticas de las voluntad popular y no en imposiciones y exclusiones.
—El gobierno también olvida que su papel no es ganar elecciones, sino coordinar las acciones de desarrollo. Garantizar la estabilidad, la paz social y el crecimiento económico. Gobernar y no competir.
—Hoy más que nunca, la relación de habitantes y gobiernos se vuelve de vida o muerte. No es privativo de Chiapas. Los tiempos y las dinámicas sociales van cambiando y no se está respondiendo a esos cambios. Se quieren hacer las cosas como en los peores tiempos autócratas y eso ya no funciona y eso tiene enfadada a la ciudadanía.
—Vayamos concluyendo: Tú recomiendas que el gobierno y los partidos se abstengan de inhibir la auténtica participación ciudadana. Que los partidos asuman su papel de medios de acceso al poder y no medios del poder. Que se deje de vulnerar a las instituciones políticas, electorales, judiciales y sociales con el fin de retener el poder y que, finalmente, se deje participar a todos, sin exclusión alguna.
—No te olvides de la mayoría estable y no ficticia. No se trata de convencer a otros políticos, se trata de gobernar para los chiapanecos.
—Sin exclusión alguna, dices, ¿esto quiere decir que se debe dejar participar a Pablo Salazar Mendiguchía también?
—A todos y todas por igual, eso incluye a Pablo, sin duda.

FRASE
«Ya no hay competencia electoral, se sabe de antemano quién va a ganar, como ocurrió en 2012, y como está ocurriendo para el 2018. Ellos ponen los candidatos, por el partido que sea, y los chiapanecos no ven cómo participar, todos los espacios ya están ocupados, comprometidos» Sami David David

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