A partir de este domingo y de manera oficial este lunes, 15 de enero, las 126 rutas vuelven a labores, sin embargo, el incremento a la tarifa se mantiene latente
Elizabeth Marina / Portavoz
[dropcap]T[/dropcap]odo parece indicar que las amenazas de la Secretaría de Transportes (ST) dieron resultado, pues a cuatro días de haber interrumpido el servicio urbano, este domingo 15 de enero el gremio reanudó sus actividades sin aumento a la tarifa del pasaje.
La disputa entre líderes transportistas y autoridades estatales ya tiene un vencedor, la noticia se dio a conocer a altas horas de la noche del pasado sábado 14 de enero por la ST, a través de un comunicado, la dependencia anunció que el gremio transportista «se ofreció» a regresar a sus labores a partir del domingo como resultado de una mesa de atención gubernamental sostenida con los concesionarios de Tuxtla Gutiérrez, dirigidos por Bersaín Miranda Borraz y Franklin Herrera.
De acuerdo con el boletín no se trató de una negociación, pues los transportistas violaron el artículo 73 de la Ley de Transporte del Estado que establece que la concesión podrá ser revocada cuando el concesionario suspenda el servicio de transporte público sin autorización previa, como fue el caso.
Por lo tanto, no se suscribieron acuerdos ni minutas de trabajo; y tampoco se autorizó un incremento en la tarifa.
Desde el pasado jueves 12 de enero, el titular de la ST, Mario Carlos Culebro Velasco fue tajante al afirmar que no cedería a chantajes y, por el contrario, revocaría alrededor de 300 concesiones si el paro no llegaba a su fin.
En respuesta, el dirigente de la Federación de Cooperativas de Transporte de Chiapas (Fecootrach) Bersaín Miranda Borraz, anunció la suspensión del servicio de 15 mil unidades en todo el estado, dejando a la población en medio de una lucha de fuerzas.
Sin embargo, dos días después, la noticia de que el servicio volvía a la normalidad tomó por sorpresa a muchos, incluidos los mismos transportistas, pues el acuerdo entre ambos sectores no se hizo público, lo que de inmediato despertó sospechas.
De acuerdo a una nota publicada por La Jornada, la cancelación de una orden de aprehensión en contra de Miranda Borraz y de la revocación de 80 concesiones fueron las armas que el gobierno de Chiapas utilizó para poner fin al conflicto, además agregaron que las unidades detenidas fueron liberadas sin pagar infracción alguna y los procesos legales que ya se habían iniciado en contra de algunos transportistas relacionados con el paro quedaron sin validez.
No autorizan el alza
El conflicto se desató desde el pasado lunes 9 de enero, fecha en la que el transporte urbano en la capital del estado inició con el cobro de 7 pesos como había anunciado desde diciembre del año pasado, incluso parte de la población aceptó la «nueva tarifa» sin reproches, y es que, considerando los dramáticos incrementos en el precio del combustible, ya se esperaba este impacto a los bolsillos.
Pero de manera inesperada, el gobernador Manuel Velasco Coello, en un evento masivo en Tapachula, desmintió que se hubiera autorizado un incremento e invitó a denunciar a los conductores que cobraran de más, incluso, a través de la ST se pusieron a disposición de la ciudadanía líneas gratuitas para reportar las unidades.
La ciudadanía, un tanto confusa, inició con las denuncias y las autoridades estatales detuvieron 35 unidades, acto que despertó la molestia de los transportistas, quienes de inmediato iniciaron movilizaciones y anunciaron que ante la falta de cumplimiento de acuerdos del gobierno del estado, a partir del mediodía del día miércoles 11 de enero, las unidades pertenecientes a Fecootrach, alrededor de 15 mil vehículos, entrarían en un paro estatal de labores.
«Para que el acuerdo firmado por ambas partes no quedara en entredicho, el sector transportista pidió a la Secretaría de Transportes que informara a través de los medios de comunicación el incremento de un peso, por eso nos sorprende que ahora el gobernador diga que no está autorizado», declaró Bersaín Miranda en su momento.
Sin embargo, la resistencia fue corta, a pesar de los dimes y diretes que durante estos cuatros días mantuvieron a la expectativa a toda la población (que durante el conflicto terminó siendo la más afectada) el paro se levantó sin ningún incremento y de acuerdo con la ST no será hasta la instalación del comité consultivo ─órgano facultado para determinar la procedencia de los aumentos─ que la nueva tarifa sea autorizada.
Ciudadanos, los más afectados
Algunas rutas ─principalmente las que habían sido detenidas─ detuvieron el servicio en las primeras horas del día miércoles, dejando sin medio de transporte a miles de ciudadanos en la capital chiapaneca, quienes consternados se vieron obligados a desembolsar unos pesos más para volver a casa, llegar al trabajo o asistir a la escuela en un taxi.
Ante ello, se puso en marcha un Plan Emergente mediante el cual se pusieron a disposición cerca de 136 vehículos oficiales y aproximadamente 50 vehículos de transportistas para trasladar de manera gratuita a la ciudadanía.
Autobuses, camionetas y coches brindaron durante los días de paro el servicio gratuito para cubrir las rutas 1, 11, 18, 22, 25, 30, 31, 34, 39, 40, 43, 46, 51, 59 y 108 en Tuxtla Gutiérrez; autos particulares también se unieron a la causa y realizaron el traslado de ciudadanos sin ningún costo.
Ahora al pueblo no le queda más que esperar que los acuerdos entre líderes transportistas y autoridades estatales sean respetados, mientras tanto aún no se ha dado un pronunciamiento oficial por parte de los líderes del transporte en Chiapas.
