Con una misión clara, detener una crisis en la industria metalmecánica, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, viajó a Washington. Están en juego 2 mil 100 millones de dólares y miles de empleos en México
Aquínoticias Staff
A dos días de la entrada en vigor del arancel del 25% a productos de acero y aluminio impuesto por el gobierno de Donald Trump, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, llegó a Washington con una misión clara: frenar la medida antes de que golpee de lleno a la industria mexicana. Acompañado por Luis Rosendo Gutiérrez, subsecretario de Comercio Exterior, Ebrard sostendrá reuniones urgentes con funcionarios estadounidenses.
El arancel, anunciado en febrero y ratificado por el secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick, sigue firme pese a los riesgos de encarecimiento y desabasto en el mercado estadounidense. La Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero) advierte que la medida pone en jaque el 75% de las exportaciones de acero mexicano, valuadas en 2,100 millones de dólares, y podría desatar una crisis en la cadena metalmecánica de América del Norte.
Para México, la batalla no solo es económica, sino política: la balanza comercial del acero ya favorece a Estados Unidos con un superávit de 2.3 millones de toneladas. Pese a ello, la Casa Blanca insiste en blindar su industria con aranceles que afectan directamente a su socio comercial. Con el tiempo en contra, la gestión de Ebrard será clave para evitar un nuevo choque comercial entre ambos países.
Con información de Infobae