Seguridad, palabra cumplida y gobierno itinerante: el balance político del Primer Informe de Chiapas

El Informe destacó avances en pacificación, cercanía territorial y trabajo coordinado con la Federación, así como la apuesta por un 2026 enfocado en bienestar social, desarrollo regional y prosperidad compartida

AquíNoticias Staff

En su Primer Informe de Gobierno, Eduardo Ramírez Aguilar apostó por un mensaje político que mezcla narrativa histórica, firmeza institucional y reivindicación moral. Desde el Polyforum Chiapas, el mandatario afirmó que, en apenas un año, la Nueva ERA logró “restaurar la paz, el Estado de derecho y el buen gobierno”, un horizonte que muchos consideraban imposible. Remarcó que ese avance honra la palabra empeñada desde el inicio de su administración y retoma el legado de quienes defendieron la dignidad chiapaneca.

Ante legisladores, gobernadores invitados y representantes de los poderes del Estado, Ramírez Aguilar atribuyó la pacificación del territorio al apoyo de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, a la coordinación con las Fuerzas Armadas y al impulso del secretario federal de Seguridad, Omar García Harfuch. Desde ahí subrayó que “la paz se alcanzó mediante inteligencia, valentía y autoridad moral, sin complicidades”.

“Amamos tanto a Chiapas que hasta el miedo se nos olvidó”, expresó, frase que marcaría el tono emocional del acto. Aseguró que, con la seguridad recuperada, el estado vuelve a su esencia: un humanismo que coloca al pueblo en el centro, en armonía con la madre tierra, las comunidades y la memoria histórica.

El gobernador dedicó parte de su mensaje a explicar su concepto de servicio público. “Para nosotros la palabra empeñada es más que un compromiso: es una forma de ser, una ética diaria y una responsabilidad histórica”, dijo. Recordó que cumplió el objetivo de recorrer los 124 municipios en su primer año y reiteró su decisión de seguir siendo un mandatario itinerante, de territorio y contacto directo con la gente.

Ramírez Aguilar llamó a su gabinete a conducirse con honestidad, disciplina y lealtad, y advirtió que Chiapas no puede detenerse mientras existan pendientes. Anticipó que 2026 será el año de la prosperidad compartida, con avances previstos en educación, alfabetización, turismo, atención al campo, restauración de microcuencas, prevención de la violencia contra las mujeres, infraestructura, apoyo a municipios rezagados y políticas para niñas, niños y juventudes.

El cierre de su mensaje dejó una frase destinada a convertirse en lema político: “Que lo sepa el mundo: Chiapas ha despertado y despierta para cumplir su destino, ser el gigante del sur al que está llamado”. Aseguró que el estado jamás volverá a inclinarse ante la delincuencia. “Con fe en la justicia y fuerza en el alma, seguiremos cumpliéndole a Chiapas. ¡Que viva Chiapas!”.

En el acto, el gobernador agradeció la presencia de su esposa, Sofía Espinoza Abarca, y de sus hijas Yazmín, Renata y Grecia. Evocó la memoria de Juan Pablo Montes de Oca y saludó a representantes federales, gobernadoras y gobernadores, mandos militares, magistrados, legisladores, servidores públicos, transportistas, deportistas, pueblos originarios y sectores productivos, reflejando la amplia convocatoria institucional con la que buscó respaldar este primer corte de caja de su administración.

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