Seguro de su imposicin, LAM menosprecia el voto

No se trata sólo de arrogancia y una personalidad iracunda, que de sí es riesgosa para la gobernabilidad, sino un atentado a la democracia electoral, pues supone la seguridad de un acuerdo cupular para imponer a Melgar Bravo como gobernador de Chiapas

Omar Flores Penagos / Portavoz

[dropcap]A[/dropcap]unque la indignación fue prácticamente generalizada entre los chiapanecos por el mal trato y la forma grosera de expresarse del senador verde Luis Armando Melgar Bravo, pocos han reparado en el peso específico de sus palabras: el claro desprecio por el voto popular.
No se trata sólo de arrogancia y una personalidad iracunda, que de sí es riesgosa para la gobernabilidad, sino un atentado a la democracia electoral, pues supone la seguridad de un acuerdo cupular para imponer a Melgar Bravo como gobernador de Chiapas y dejar el camino libre a los negocios extractivos del Grupo Salinas, el poder fáctico que lo impulsa.
Lo de Mapastepec hay que recordarlo no sólo por los «pinches» expresados, sino por el contenido apenas velado de sus dichos: «Yo no les voy a pedir nunca nada. Ni siquiera el pinche voto se los voy a pedir», «Yo soy Melgar, yo aquí no estoy parado por ningún pinche color, por ninguna sigla ni nada».
Y es cierto, Melgar no responde ni a ideologías ni a partidos, responde al capital para el que trabaja, por eso se anticipa su salida del Partido Verde Ecologista de México, siglas que por su descrédito y rechazo popular ya no le son útiles a sus intereses, por eso, también, paga a periodistas y medios para que digan que con la incorporación de Esteban Moctezuma al equipo de Andrés Manuel López Obrador, la candidatura a la gubernatura por Morena es prácticamente un hecho.
El riesgo para Chiapas de que la imposición tenga éxito es el deterioro ambiental, pues se ha documentado en más de una ocasión los negocios que Ricardo Salinas Pliego tiene en el estado (mineras, parque eólico, hidroeléctricas) y que podrían incrementarse con la llegada de Melgar a la titularidad del Poder Ejecutivo.
Justamente en el gobierno de Juan Sabines Guerrero, los chiapanecos pudieron ver cómo el Grupo Salinas incrementó su presencia y actividad en el estado. Los contratos de publicidad con Televisión Azteca y las facilidades para obtención de terrenos y todo tipo de concesiones. De esa relación comercial entre Sabines y Salinas salió el acuerdo de hacer a Luis Armando senador para después buscar la gubernatura.
Ahora el acuerdo se busca con López Obrador y la presencia del exsecretario de Gobernación y expresidente de Fundación Azteca, Esteban Moctezuma, como titular de Desarrollo Social en Morena lo confirma. El peor escenario para los chiapanecos es con la dupla Salinas-AMLO: explotación de los recursos naturales e invasión de productos transgénicos (uno de los principales asesores del tabasqueño es Alfonso Romo, el magnate de las semillas modificadas).
Es pues por estos acuerdos cupulares que se entiende el desprecio de Luis Armando Melgar por el «pinche» voto popular y los colores partidistas y lo que está en riesgo es el destino de Chiapas.

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