Servidores del pueblo / José Antonio Molina Farro

La imaginación es el más valioso de nuestros dones, pero el más peligroso. Si nos abandona nos convertimos en bestias. Si nos domina nos convertimos en esclavos.

O. Paz

Ha corrido mucha tinta, el gobierno actual heredó una administración pública descompuesta, corrupta y degradada, con funcionarios en la apoteosis del cinismo. Violencia cuasi generalizada, extorsión, homicidios, desplazamientos forzados, inmigración, exclusión, crecimiento de la pobreza extrema, etc. Este es el Chiapas que heredó el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar. Veamos hacia adelante:

Una administración pública eficiente y un liderazgo con visión de futuro permiten conocer los problemas específicos de cada región y al interior de la propia administración. Son el puente que une las exigencias sociales, los compromisos de los gobernantes y, cuando hay vocación y oficio, las recomendaciones de la sensatez. Los personajes que conforman el gabinete están cargados de significado e indican el carácter de un gobernante y hasta pueden predecir su destino. Los equipos de gobierno no señalan únicamente el valor intrínseco de sus capacidades, sino que implican mensajes de lo que pretende un gobernante y proyectar lo que será su gestión. El equipo nos anticipa mucho de lo que va a ser un gobierno. Al gobernante se le conoce mejor, con más certeza por su equipo. Cuán frecuente es ver que los mandatarios de formato pequeño designen a colaboradores intelectualmente enanos, o aquellos que prefieren súbditos, colaboradores dispuestos a decir amén. Turiferarios pues. Los gigantes se rodean de

gigantes, pues la autoridad de un liderazgo no radica en la inferioridad de sus subalternos, aunque pueden verse magnificados o debilitados por ellos. El refrán popular dime con quién andas y te diré quién eres, tiene una base científica-sociológica. Oswald Splenger, filósofo de la historia de principios del siglo XX escribía que las leyes de formación social unían a los semejantes y separaban a los diferentes. Nos cohesionamos a partir de identidades, idiosincrasias, valores, proyectos y sentido de pertenencia. De ahí la importancia de saber los motivos y razones de tal o cual designación, ya sea por méritos, eficiencia y lealtad, amistad, pago de una deuda política, alianza estratégica o confianza personal. También las destituciones tienen causales, la corrupción o la certeza del jefe de que su subordinado no tiene remedio y no crecerá, entre otras.

ERA. Aquí en Chiapas el gobernador del estado en muy poco tiempo ha dado sobradas muestras de un gobierno firme en la aplicación de la ley, no le tiembla la mano para perseguir y encarcelar a delincuentes. La muerte no le inspira sobresalto, diríase que se tutea con ella. Nos dice repetidamente que nadie se sienta solo, que hagamos de nuestra solidaridad y empatía nuestra fortaleza y de nuestra emoción y amor a Chiapas el baluarte de nuestra consciencia. Cierto es que la prioridad es pacificar el estado. Lo está logrando, pero también actúa en otros frentes como el ansiado desarrollo económico y social. Está generando las condiciones de seguridad personal y certidumbre jurídica para atraer inversiones privadas nacionales y extranjeras con Polos de Desarrollo para el Bienestar y parques industriales. También contempla estímulos fiscales de consuno con la federación. ERA me recuerda a Ortega y Gasset: el verdadero político no se contenta con pensar y con hablar. Tiene el frenesí de la creación. Hace y hace, construye, realiza, ejecuta sin descanso. Da la impresión de que nada le cuesta trabajo. Sabe para qué es el poder y se mueve en él como si lo llevara en la piel. Es un estudioso irredento de la historia, referente esencial para esculpir el futuro, como si en la historia estuviesen todos los secretos del arte de gobernar. El propio Churchill era un estudioso y escritor de historia prodigioso, que entendió muy bien el continuo en el que trabajaba. Confluyen en ERA

valentía y carácter para elegir entre opciones complejas y difíciles, y fuerza de carácter para elegir un rumbo cuyos beneficios y peligros se conocen de forma incompleta en el momento de decidir. No personaliza la política, sabe delegar y sabe escuchar, y estoy seguro, por lo visto en estos pocos meses de gobierno, que asumirá la responsabilidad no solo de los buenos resultados sino también de los peores. Eso sí, ha demostrado estar consciente de las grandes expectativas que generó su elección y que todavía es mucho lo que falta por hacer. Es un político de doctrina y también un político de intuición, que está muy consciente de que los cambios no excedan lo que las instituciones puedan soportar y, en su caso, modificarlas.

Isaiah Berlin quien, a mi juicio, es el filósofo político más importante del siglo XX, sostuvo que el líder, al igual que el novelista o el pintor de paisajes debe absorber la vida en toda su deslumbrante complejidad, “lo que convierte a los hombres en necios o sabios, inteligentes u obtusos, en lugar de preparados, o instruidos o bien informados, es la percepción de estas esencias singulares de cada situación tal como es, con sus diferencias específicas, de aquello en ella que la diferencia de cualquier otra situación…”. Eduardo Ramírez es, ha demostrado ser un líder político, pero quien esto escribe sería un ayayero lambiscón si lo definiera categóricamente como un estadista. Aún le falta mucho recorrido para merecer tal distinción.

Recesión. Ya no es un fantasma, es un hecho, ojalá nos equivoquemos. Lo dicen analistas financieros, agencias calificadoras, el Banco de México y ahora el INEGI. En Chiapas habrá que tener una inteligente disciplina financiera, hacer un pronóstico de ingresos y, de ser necesario, ajustar el gasto del gobierno estatal y gobiernos municipales. Tendremos más elementos cuando en el próximo cuatrimestre sepamos si hay ajustes en la Recaudación Federal Participable. No hay motivo para el pánico, pero tampoco hay que desbordar optimismo. El riesgo está latente.

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