¿Sheinbaum continuará pleito con España?

Nuevamente surgen tensiones diplomáticas con España. El Rey Felipe VI no fue invitado a la toma de protesta de la primera presidenta de México, lo cual fue calificado de “inaceptable” por el gobierno de ese país. ¿Un descuido o una sanción?

Aquínoticias Staff

En un nuevo episodio que tensa las ya frágiles relaciones diplomáticas entre México y España, el gobierno español anunció su decisión de no participar en la toma de posesión de Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta electa de México. La razón: la exclusión del rey Felipe VI de la lista de invitados al evento que se llevará a cabo el próximo 1 de octubre en Ciudad de México. Este acto ha sido calificado como «inaceptable» por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, y marca un nuevo capítulo en una relación que ha experimentado varios momentos críticos durante la presidencia de Andrés Manuel López Obrador.

Un conflicto con raíces históricas

La tensión actual entre ambos países no es un evento aislado, sino parte de un conflicto que ha resurgido en múltiples ocasiones durante el gobierno de López Obrador. En marzo de 2019, el mandatario mexicano envió una carta al rey Felipe VI y al Papa Francisco exigiendo disculpas por los abusos cometidos durante la Conquista de México. En esa misiva, López Obrador instaba a España a reconocer su responsabilidad histórica por las “matanzas” que ocurrieron bajo la colonización, y pedía un acto simbólico de reconciliación con los pueblos indígenas mexicanos.

El gobierno español, liderado por Pedro Sánchez, rechazó «con toda firmeza» esta petición, argumentando que los eventos de la Conquista no pueden juzgarse bajo los estándares contemporáneos. El desencuentro entre ambos gobiernos ha sido desde entonces un tema latente, con roces como la petición reiterada de disculpas por parte de López Obrador en 2020, y la retirada de la estatua de Cristóbal Colón en Ciudad de México, que muchos en España interpretaron como una acción simbólica de distanciamiento.

Una relación comercial y política en pausa

A nivel diplomático, la relación entre ambos países se deterioró aún más en diciembre de 2022, cuando López Obrador declaró una «pausa» en las relaciones con España, un término inusual que nunca fue claramente explicado. Este distanciamiento fue motivado por la supuesta conducta de empresas españolas en México, acusadas por el presidente de tratar al país como su «feudo». A pesar de que España intentó matizar las críticas con llamados a la cooperación, el presidente mexicano reiteró que la «pausa» en la relación era una respuesta a lo que consideraba una actitud de falta de respeto por parte del gobierno español.

Durante ese periodo, importantes sectores empresariales en ambos países mostraron su preocupación por el impacto económico de este enfriamiento diplomático. Las inversiones españolas en México son significativas, especialmente en el sector energético, que ha sido uno de los puntos más conflictivos. Empresas como Iberdrola y Repsol han sido blanco de críticas por parte de López Obrador, quien ha acusado a estas compañías de beneficiarse de concesiones ventajosas en detrimento de los intereses nacionales.

La elección de Sheinbaum: ¿una nueva oportunidad?

La reciente victoria de Claudia Sheinbaum en las elecciones presidenciales del 2 de junio parecía ofrecer una ventana para la reconstrucción de las relaciones bilaterales. López Obrador, en varias ocasiones, expresó su esperanza de que Sheinbaum, a quien describió como «una mujer inteligente, muy respetuosa, muy fraterna», pudiera retomar los lazos diplomáticos con España. Sin embargo, la exclusión del rey Felipe VI de la toma de posesión ha complicado este panorama.

La diplomacia española ha sido clara en su respuesta, calificando la omisión como una ofensa. En un comunicado difundido el 24 de septiembre, el gobierno español expresó que no participaría «a ningún nivel» en el acto de toma de posesión, lo que ha generado un nuevo obstáculo en la posibilidad de una reconciliación entre los dos países.

Perspectivas futuras

El distanciamiento entre México y España se enmarca en un contexto global en el que las tensiones entre antiguos imperios coloniales y sus excolonias resurgen periódicamente. El llamado de López Obrador a España para que se disculpe por los abusos de la Conquista refleja una tendencia más amplia en América Latina, donde varios países han exigido reparaciones o disculpas simbólicas por los crímenes del colonialismo.

No obstante, mientras este tipo de gestos pueden tener una fuerte carga simbólica y política, las implicaciones económicas y diplomáticas son igualmente importantes. España sigue siendo uno de los principales socios comerciales de México en Europa, y ambos países comparten importantes vínculos culturales e históricos. La pregunta es si las diferencias políticas y simbólicas pueden ser superadas para dar paso a una relación más constructiva.

Por ahora, el conflicto sigue abierto. La decisión del gobierno de Pedro Sánchez de no participar en la toma de posesión de Sheinbaum subraya que las heridas históricas, cuando no se abordan adecuadamente, pueden reabrirse en los momentos más inoportunos. ¿Será capaz la nueva presidenta de México de tender un puente hacia la reconciliación? Solo el tiempo lo dirá.

Con información de Sin Embargo

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