Si bien cualquiera que gane la presidencia estadounidense generará daño colateral debido a la pausa en el T-MEC, el triunfo del republicano sería el más devastador, según analistas
Aquínoticias Staff
La contienda electoral en Estados Unidos, protagonizada por el republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris, está generando inquietud en los mercados internacionales y en la economía mexicana. Los expertos coinciden en que el impacto de los resultados será significativo, especialmente en términos de inversión, tipo de cambio y la aplicación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Marco Oviedo, economista y estratega senior para América Latina en XP Investments, destaca: “Una victoria de Trump podría disparar el tipo de cambio a niveles de entre 21.50 y 22 pesos por dólar, una devaluación que no se ha visto desde noviembre de 2021. En contraste, un triunfo de Harris podría mantener al peso en torno a 19 unidades por dólar, aunque la incertidumbre persiste”.
El tipo de cambio ya ha mostrado señales de volatilidad, registrando cierres consecutivos por encima de los 20 pesos por dólar la semana pasada, según datos del Banco de México. Aunque una depreciación puede ser favorable para las exportaciones y las remesas, las importaciones sufrirían un encarecimiento que podría trasladarse a los consumidores y presionar la inflación. “El impacto en la economía de los hogares es un tema sensible, ya que la inflación no solo afecta el bolsillo, sino la percepción de estabilidad”, comenta Gabriella Siller, directora de Análisis Económico Financiero de Banco BASE.
El T-MEC es otro punto crítico en la discusión. Mientras Trump es conocido por su postura combativa y su historial de renegociación del tratado, los analistas prevén que podría ser aún más agresivo si retoma la presidencia. Oviedo recuerda que “Trump presionó por desmantelar el TLCAN y logró imponer el T-MEC bajo sus términos, por lo que una nueva gestión podría implicar revisiones más severas en 2026”. Por otro lado, aunque Harris ha mostrado inclinaciones más diplomáticas, su relación cercana con los sindicatos genera incertidumbre sobre su enfoque en las negociaciones.
La perspectiva de un triunfo de Trump también plantea retos para el flujo de remesas y la seguridad fronteriza. Se estima que 10.7 millones de mexicanos residen en Estados Unidos, de los cuales 5.1 millones podrían estar en situación irregular, lo que los pone en riesgo ante políticas de deportación masiva. “Un endurecimiento en la frontera afectará la entrada de mercancías, encareciendo los costos y ralentizando las exportaciones”, señala Siller. Esta situación podría frenar temporalmente la Inversión Extranjera Directa (IED), que depende de un entorno de comercio ágil y seguro.
Janneth Quiroz, directora de Análisis de Grupo Financiero Monex, resalta que un cambio de administración con Harris podría implicar un enfoque más cooperativo, pero no exento de desafíos. “La relación podría ser más amistosa y diplomática, lo cual permitiría mantener una negociación comercial más estrecha, especialmente frente a la competencia con China. Sin embargo, Harris votó en contra del T-MEC, por lo que su postura aún es una incógnita”, advierte Quiroz.
Los especialistas coinciden en que las inversiones extranjeras en México podrían mantenerse en pausa al menos hasta 2025, mientras se clarifica la postura de la nueva administración en EE. UU. Sin embargo, la estrecha relación entre ambas naciones sugiere que, a mediano y largo plazo, el comercio y el capital continuarán fluyendo, aunque su crecimiento dependerá de la defensa activa del T-MEC por parte de México.
Con información de El Sol de México