Si bien has escuchado sobre si es bueno o no lavar el pollo, lo cierto es que si sigues ciertas recomendaciones podrás manipular adecuadamente este alimento para su consumo
Lucero Natarén / Aquínoticias
Mucho se ha dicho que el pollo no debe lavarse porque genera contaminación en las superficies de cocina, lo cual propicia enfermedades y es cierto, sin embargo, al ser una tradición, que probablemente no se pueda erradicar, lo mejor es saber que sí es posible lavarlo con seguridad, de acuerdo a expertos.
Lo anterior fue confirmado en el reporte “Chickensplash! Exploring the health concerns of washing raw chicken”, sin embargo, también existen otros hallazgos que a continuación te compartimos:
Evita utilizar un chorro de agua a grandes presiones, ya que el estudio determinó que el flujo del agua y la flexibilidad del pollo son factores determinantes en la propagación de bacterias a las áreas cercanas al lavadero.
Que el grifo no quede muy alto del pollo. Durante la experimentación los investigadores observaron que cuando la altura del grifo tenía unos 40 cm de distancia, las salpicaduras de agua alcanzaron a contaminar áreas que se encontraban a 22 cm del fregadero, por su parte, cuando la altura correspondía a unos 15 cm, la contaminación se redujo a superficies muy cercanas.
Lávalo, pero “rapidito”: aconsejan evitar tiempos prologados de lavado para minimizar las salpicaduras contaminantes de agua, además una vez realizada la práctica se debe lavar y desinfectar muy todas las superficies y/o utensilios cercanos al fregadero.
Si deseas saber más puedes visitar el artículo original aquí: https://aip.scitation.org/doi/abs/10.1063/5.0083979.
