Como compromiso número 60, la presidenta Claudia Sheinbaum reafirmo su compromiso de lograr la implementación de la semana laboral de 40 horas, lo cual significaría uno de los mayores avances en materia de derechos laborales en el país en décadas
Aquínoticias Staff
En un evento masivo celebrado en el Zócalo de la Ciudad de México, la presidenta Claudia Sheinbaum reafirmó su compromiso con una serie de reformas laborales clave durante su administración. Entre las promesas más destacadas, Sheinbaum se comprometió a lograr la implementación de una semana laboral de 40 horas, que sería uno de los mayores avances en materia de derechos laborales en México en décadas.
«Estoy segura que lo vamos a lograr, en acuerdo con las y los empleadores iremos alcanzando paulatinamente en el sexenio la semana de 40 horas», declaró la mandataria durante su toma de protesta. Esta iniciativa, que no fue incluida en el documento oficial 100 pasos para la transformación, representa el compromiso número 60 de su gobierno.
El Estado Actual de la Reforma
Hasta ahora, la reforma constitucional que reduciría la jornada laboral en México ha estado congelada en el Congreso de la Unión. A pesar de haber sido aprobada por la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, no llegó a votarse en el pleno. La reforma propondría un límite de 40 horas de trabajo por semana, otorgando un día adicional de descanso a los trabajadores.
El último esfuerzo para destrabar la discusión fue la instrucción de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) a la Comisión de Trabajo y Previsión Social para recopilar propuestas del sector empresarial y sindical. Sin embargo, la falta de consenso ha impedido su avance.
Gradualidad en la implementación
La propuesta de Sheinbaum de reducir de forma gradual la jornada laboral sigue una tendencia internacional. La Organización Internacional del Trabajo (OIT), a través de su recomendación 116, ha promovido la disminución del tiempo laboral a 40 horas semanales desde hace más de 60 años, instando a los países a adoptar la medida de forma paulatina.
Otros países de América Latina, como Chile y Colombia, han implementado recientemente la reducción de la jornada laboral con un enfoque gradual, lo que ha permitido a sus economías adaptarse sin impactar de manera drástica a los sectores productivos.
Los empresarios mexicanos han manifestado inquietudes sobre la implementación de la reforma. Durante los foros de parlamento abierto organizados por la Cámara de Diputados, los representantes del sector privado pidieron que la disminución de horas se ajuste a las realidades de cada industria, sugiriendo «trajes a la medida» para los sectores más afectados.
Reforma para el trabajo en plataformas digitales
Además de la jornada laboral, la presidenta Claudia Sheinbaum también anunció que este mes se enviará al Congreso una propuesta de ley para garantizar la seguridad social de los trabajadores en plataformas digitales, como repartidores y conductores de aplicaciones. «Este mes enviaremos la ley para garantizar la obligatoriedad de la seguridad social para las y los trabajadores repartidores de aplicaciones telefónicas», afirmó Sheinbaum.
La informalidad laboral en este sector ha sido una preocupación creciente, pues miles de trabajadores carecen de contratos formales y de derechos básicos. En su discurso, Sheinbaum subrayó que «lo que tiene que ver con la informalidad de los repartidores es algo muy importante, porque ni siquiera tienen contrato; son ‘socios’ de las grandes trasnacionales».
Esta legislación busca ofrecer seguridad y protección social a quienes dependen de estas plataformas, un sector que ha experimentado un crecimiento exponencial en las grandes ciudades de México.
Un gran paso para los trabajadores mexicanos
La reducción de la jornada laboral a 40 horas y la regulación del trabajo en plataformas digitales son pasos cruciales hacia una transformación del panorama laboral en México. A medida que se retome el debate legislativo, el gobierno de Claudia Sheinbaum tiene el reto de construir consensos tanto con los sindicatos como con los empleadores para lograr una implementación exitosa de estas reformas.
Las promesas hechas por la presidenta no solo buscan mejorar las condiciones laborales de los mexicanos, sino también modernizar el marco normativo, alineándose con las tendencias globales y garantizando un futuro más justo para todos los trabajadores del país.