Ante el temor, deciden emprender el viaje por su propia cuenta y no a través de los llamados «coyotes», pues en ocasiones son ellos mismos quienes violentan y extorsionan a las y los migrantes
Ana Liz Leyte / Aquínoticias
La espera de migrantes que deciden regularizar su estadía en territorio mexicano con la finalidad de seguir su trayecto hacia Estados Unidos es desgastante, tanto física como económicamente, pero también viven con el temor de que en el trayecto puedan perder la vida o que sean reclutados o privados de su libertad por parte del crimen organizado.
Jesús Rolando Nolasco, migrante hondureño que se encuentra frente al INM en Tuxtla Gutiérrez, asegura que, en el trayecto ha conocido a personas de las cuales se entera que perdieron la vida durante su trayecto.
Asimismo, mencionó que, ante el temor, deciden emprender el viaje por su propia cuenta y no a través de los llamados «coyotes», pues en ocasiones son ellos mismos quienes los violentan y extorsionan.
«Hace poco un muchacho que estuvo aquí, que convivió con nosotros, estuvimos peleando su caso, lamentablemente perdió la vida al cruzar el río, y del accidente había gente quizá no tan conocidos, pero es gente que va buscando lo mismo que nosotros», declaró Jesús Rolando Nolasco.
Agregó que, durante su trayecto se topan con la apatía de las autoridades y el rechazo de la ciudadanía, además de la falta de un espacio en dónde dormir o comer, no obstante, recientemente autoridades de migración en Tuxtla Gutiérrez, decidieron reubicar a quienes esperaban fuera del Instituto en el estacionamiento de una Unidad Deportiva (que se encuentra sobre el libramiento norte oriente) en donde pasan los días bajo la protección de lonas que implementaron como carpas.