La importancia de rescatar estos espacios -de acuerdo a promotores culturales-, es sembrar en la población arraigo por el lugar donde vive y con ello, disminuir los índices de delincuencia
Ana Liz Leyte / Aquínoticias
Los intentos por recuperar espacios para la población tuxtleca y brindarles un lugar de esparcimiento en el Barrio San Roque -el más antiguo de la capital- no cesan y es la misma sociedad civil quien se ha encargado de darle vida a este lugar de la capital chiapaneca y con ayuda de artistas visuales han realizado 11 murales y han pintado señalamientos viales que benefician a la población en general tanto a peatones como a automovilistas.
«Genera un ambiente de seguridad, una porque se empiezan a conocer los vecinos y entonces identificas a la gente de alrededor de tu casa y dos porque le das un cambio de mentalidad a la gente del barrio, de donde quiera que lo implementes, el proceso cultural es una herramienta que deberían utilizar en toda la ciudad como eje de cambio», explicó Javier Opón, promotor cultural.
Desde hace algunos años, artistas han realizado acciones en beneficio de este lugar tuxtleco. Desde cuatro años atrás, se inició el proyecto «El lugar que habitamos», que consistía en la creación de murales colaborativos en el barrio San Roque de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Esta iniciativa conjunta con vecinos del lugar proponía generar una serie de pinturas que retrataran la vivencia a través de la identidad y la tradición de San Roque.
La importancia de rescatar estos espacios -de acuerdo a promotores culturales-, es sembrar en la población arraigo por el lugar donde vive y con ello, disminuir los índices de delincuencia, tema que ha sido constante en este lugar de la ciudad.