Soconusco revive su herencia china

Con el Año Nuevo Lunar, comunidades de Escuintla, Tapachula y Mazatán reivindican la identidad multicultural que forjó el rostro diverso de Chiapas

Noé Juan Farrera Garzón / Aquínoticias Staff

La historia contemporánea de Chiapas guarda un capítulo esencial en las migraciones chinas del siglo XX, cuyos descendientes hoy revitalizan su legado en el Soconusco. Municipios como Escuintla, Mazatán y Tapachula atestiguan cómo esta comunidad transformó la agricultura, el comercio y la identidad cultural de la región.

En Escuintla, el Año Nuevo Chino ha emergido como símbolo de esta herencia. Ramiro Rojas Joo, promotor cultural y descendiente de migrantes, lidera esta recuperación: «Es más que una festividad; es la reafirmación de nuestra identidad». El dragón ceremonial que recorre las calles con pirotecnia ya forma parte del imaginario colectivo local.

Esta celebración de 15 días, basada en el calendario lunar, permaneció décadas en el ámbito privado. Hoy representa un puente entre generaciones y culturas. «Nuestros abuelos llegaron buscando oportunidades; hoy honramos su memoria compartiendo tradiciones», explica Rojas Joo durante los preparativos de la festividad.

La comunidad «huehuecha» —como se conoce coloquialmente a los escuintlecos— integra esta herencia a su identidad multicultural. Restaurantes con fusión gastronómica, técnicas agrícolas adaptadas y arquitectura tradicional conviven con las expresiones contemporáneas de esta diáspora.

Autoridades culturales destacan que este resurgimiento coincide con nuevos estudios académicos sobre las migraciones asiáticas en Chiapas. El Archivo Histórico del Soconusco ha documentado 32 familias pioneras cuyos apellidos (Joo, Wong, Lee) persisten en la región.

Este 2024, la celebración incluyó talleres de caligrafía, exhibiciones de arte tradicional y un foro sobre migración. «Reconocemos en estas tradiciones un patrimonio vivo que nos pertenece a todos», señaló el director de Cultura Municipal durante el evento. La fiesta culminó con el característico banquete comunitario, donde platillos como el cerdo agridulce se mezclaron con sabores locales.

Con información de Primer Plano Magazine

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