Tache al gobierno por su gasto en tabletas para alumnos de primaria

La Auditoría Superior indicó que el gobierno federal no dio elementos para asegurar que el gasto en 988 mil 489 tabletas haya ayudado a la educación; en el 54.1 por ciento de las escuelas donde se aplicó el programa no había internet para conectar los dispositivos

Portavoz / Agencias

[dropcap]E[/dropcap]l gobierno de Enrique Peña Nieto gastó en 2015 un monto de 2 mil 346 millones de pesos en el programa de entrega de tabletas electrónicas a alumnos de quinto de primaria, pero en la mitad de las escuelas donde fueron entregadas ni siquiera contaban con internet, y nunca se comprobó que esos dispositivos mejoraran el aprendizaje.
El gobierno de Enrique Peña Nieto gastó en 2015 un monto de 2 mil 346 millones de pesos en el programa de entrega de tabletas electrónicas a alumnos de quinto de primaria, pero en la mitad de las escuelas donde fueron entregadas ni siquiera contaban con internet, y nunca se comprobó que esos dispositivos mejoraran el aprendizaje.
Lo anterior lo estableció la Auditoría Superior de la Federación (ASF), en su análisis sobre la Cuenta Pública 2015.
Al verificar el funcionamiento del Programa de Inclusión y Alfabetización Digital, y de la instancia encargada de ejecutarlo, denominada Coordinación General @prende.mx, la ASF identificó más de una decena de fallas en el programa, con el que las autoridades educativas entregaron 988,489 tabletas electrónicas a alumnos y «figuras educativas» -profesores, directivos, supervisores- de 15 entidades.
En aquel entonces los estados elegidos fueron Colima, Estado de México, Puebla, Sonora, Tabasco, el Distrito Federal, Nayarit, Durango, Sinaloa, Tlaxcala, Quintana Roo, Zacatecas, Yucatán, Hidalgo y Chihuahua.
La ASF señala que, para empezar, el gobierno nunca explicó por qué fueron elegidos esos estados, y ya que fueron entregadas las tabletas, no se establecieron parámetros para asegurar que el gasto había sido adecuado, y que los alumnos habían aprendido más y mejor.
Además, no se cumplió con dar la infraestructura necesaria para que el uso de estos dispositivos en los salones de clase diera frutos, y no se capacitó de forma adecuada a los profesores, para que sus clases mejoraran con las tabletas.
«No es posible asegurar que los alumnos de quinto grado de primarias públicas los utilizaron como herramienta en su proceso de aprendizaje; no se garantizó la disponibilidad de energía eléctrica, de internet ni del equipamiento de «solución de aula» en las escuelas apoyadas por el programa, por lo que no es posible asegurar que los dispositivos operaron como se tenía previsto, lo que impide conocer los efectos del programa en el favorecimiento del aprendizaje de los alumnos de quinto grado de primarias públicas beneficiados», concluyó la ASF.
En 2015, según la Auditoría, el gobierno federal no proporcionó información sobre la disponibilidad de energía eléctrica en las escuelas participantes en el programa, por lo que no fue posible determinar si las escuelas contaron con dicho servicio para el funcionamiento de las tabletas.
«De las 30,632 escuelas en las que se entregaron tabletas electrónicas a los alumnos de quinto grado, el 43.8 por ciento (13,428) contó con el servicio de internet; en el 2.1 por ciento (642) no se dispuso de información sobre la disponibilidad de este servicio, y en el 54.1 por ciento (16,562) no se contó con dicho servicio para garantizar la conectividad de las tabletas», detalló la Auditoría.

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