Con más de 200 personas afectadas diariamente por adicciones y 81 muertes relacionadas en 2024, la «Perla del Soconusco» enfrenta una crisis de alcoholismo y drogadicción que refleja profundas desigualdades sociales
Aquínoticias Staff
Tapachula, Chiapas, se ha convertido en un punto crítico en la lucha contra el alcoholismo y la drogadicción, problemas que afectan tanto a migrantes como a locales. Según datos de la Fiscalía General del Estado, en 2024 se registraron 81 muertes en la vía pública, vinculadas principalmente al consumo excesivo de alcohol. Las víctimas fallecieron a causa de paros cardíacos fulminantes o cirrosis hepática, enfermedades relacionadas con esta adicción.
El alcoholismo en la región tiene raíces complejas, alimentadas por la pobreza, el desempleo y la falta de educación. Además, como punto de tránsito migratorio, Tapachula enfrenta una crisis humanitaria que complica la atención integral de las personas en situación vulnerable.
Esfuerzos en la rehabilitación
Organizaciones como Alcohólicos Anónimos (AA) y los Centros Comunitarios de Salud Mental Integral y Adicciones (Cecosama) están a la vanguardia del apoyo a las personas afectadas. AA cuenta con más de 360 grupos en Chiapas, donde cerca de 5,400 personas han superado su adicción. Sin embargo, los esfuerzos son insuficientes frente a la magnitud del problema: en 2024, más de 2,000 personas solicitaron ayuda por problemas de alcoholismo en el estado.
Historias humanas detrás de las estadísticas
Casos como el de Juan Carlos, un exmilitar que superó su adicción y reconstruyó su vida, demuestran que la rehabilitación es posible con apoyo y voluntad. Sin embargo, historias como la de Rogelio N., un excomandante que perdió todo por el alcohol, reflejan el lado más crudo de esta problemática: la falta de acceso a recursos y el rechazo social que enfrentan quienes viven en las calles.
Hacia una solución integral
El alcoholismo no es solo una enfermedad, sino un reflejo de las desigualdades estructurales en Chiapas. Abordarlo requiere un enfoque integral, desde la prevención y la educación hasta el fortalecimiento de los programas de rehabilitación y la creación de oportunidades laborales.
“Es crucial que las autoridades y la sociedad trabajemos juntos para brindar atención y dignidad a quienes enfrentan esta enfermedad”, afirmó Roberto S., fundador de una casa de AA.
Con información de Diario del Sur
