Las chinches besuconas son portadoras del parásito que puede generar ataques al corazón; este avance permite atraer, atrapar, estudiar y tomar medidas de bioseguridad en México
Lucero Natarén / Aquínoticias
El mal de Chagas o tripanosomiasis americana es incurable, no hay tratamiento ni vacuna contra esta infección, dicha situación convierte a este mal en foco de interés para los científicos tales como el investigador Alejandro Córdoba Aguilar y su equipo, quienes desarrollaron una tecnología para atraer y atrapar a las chinches besuconas, portadoras del mal de Chagas.
El doctor Córdoba Aguilar y sus colegas del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) y del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) lograron identificar y sintetizar las feromonas que emite la chinche besucona para comunicarse, atraerse y reproducirse.
“En el laboratorio hemos logrado aislar y reproducir con éxito sus feromonas, ya que la feromona sintética que producimos atrae a un montón de especies hermanas de Triatoma pallidipennis”, asegura Córdoba Aguilar.
Así mismo, también crearon una caja trampa con capacidad para atrapar 100 chinches, la cual puede emitir la feromona sintética; al ser atrapado el insecto, la caja puede avisar a través de su sensor.
Dicha caja, fabricada con plástico, puede ser utilizada además para atrapar otros insectos y animales rastreros, por lo que existe interés entre las empresas para adquirir esta tecnología.
Cabe destacar que el mal de Chagas es una enfermedad casi indetectable. El parásito se esconde en los tejidos y 10, 15 o 20 años después se empieza a reproducir masivamente. Invade órganos y produce inflamación en el corazón y en el colon, provocando ataques cardiacos y trastornos gástricos mortales. Y en Chiapas es una enfermedad presente.
Por último, el científico en jefe indicó que al atrapar ejemplares de la especie besucona se puede identificar las zonas de alto riesgo en México para la posterior mejora de control biológico.
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