¿Tentación o herramienta? Cómo aprovechar una tarjeta de crédito

Conocer el momento adecuado para adquirir una, elegir con base en costos y beneficios, y mantener hábitos de pago responsables son claves para evitar caer en el consumismo

Aquínoticias Staff

Las tarjetas de crédito representan una herramienta financiera con el potencial de mejorar la capacidad de compra, facilitar transacciones y contribuir al establecimiento de un historial crediticio. Sin embargo, también pueden convertirse en un arma de doble filo si no se manejan con prudencia. Según Valeria Arellano, especialista en planeación y educación financiera, “la clave está en usar la tarjeta como una herramienta estratégica, no como una extensión del ingreso”.

Arellano sugiere que el mejor momento para adquirir una tarjeta de crédito es cuando se cuenta con ingresos estables. Este primer paso es crucial para construir un historial crediticio sólido, lo cual facilitará el acceso a créditos más grandes en el futuro. “El banco evalúa qué tan buen pagador eres. Con el tiempo, aumentará tu línea de crédito si mantienes un uso responsable”, explicó.

Para facilitar la aprobación, la especialista recomienda comenzar con el banco donde se tiene la cuenta nómina o usar estrategias como domiciliar pagos recurrentes (teléfono, internet) que reflejen un manejo financiero organizado.

No todas las tarjetas son iguales. Algunas variables, como el Costo Anual Total (CAT), marcan una diferencia significativa en el costo de mantener este producto. Entre los factores clave están:

  1. Anualidad: Algunas tarjetas eximen este costo el primer año o si se cumple con un gasto mínimo.
  2. Tasa de interés: Este porcentaje, que en México promedia el 45% anual, puede generar altos costos si no se liquida el saldo a tiempo.
  3. Comisiones: Por pagos tardíos, compras en ciertos establecimientos o transacciones específicas.

“Elegir una tarjeta que se adapte a tu capacidad de pago es esencial para evitar deudas innecesarias”, enfatizó Arellano. También aclaró que las tarjetas emitidas por tiendas departamentales o supermercados son productos comerciales, no financieros, y su tratamiento es distinto.

El conocimiento de la fecha de corte y la fecha límite de pago puede marcar la diferencia entre un manejo eficiente y uno costoso. Arellano subrayó: “Si haces una compra justo después de tu fecha de corte, tendrás hasta 50 días para pagarla sin generar intereses”.

El pago mínimo es una opción para mantener activa la línea de crédito, pero se recomienda siempre realizar el pago para no generar intereses, que incluye el saldo total menos compras en meses sin intereses. Este hábito, además de evitar costos adicionales, mejora el score crediticio.

Para evitar problemas de solvencia, los expertos sugieren no utilizar más del 50% de la línea de crédito disponible cada mes. Este límite ayuda a mantener el control de las finanzas personales y reduce el riesgo de caer en el sobreendeudamiento.

Con información de El Financiero

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