«Tierra mia», ritmo chiapaneco que ha alcanzado tierras lejanas

Maritza y un grupo pequeño de bailarines comenzó a dar sus primeros pasos en un reducido espacio y hoy, prenden la pista de países como China, Perú, Puerto Rico, Estados Unidos y Canadá

Elizabeth Marina / Portavoz

[dropcap]L[/dropcap]as parejas se ven fijamente a los ojos y sonríen mientras sus pies se dejan llevar al ritmo del son latino. Entre risas, tonifican su cuerpo y practican una de las mejores formas de hacer ejercicio: bailar.
Tras 12 años de formar a profesionales, Tierra Mía se ha convertido en la academia de baile chiapaneca con mayor proyección a nivel mundial, gracias a sus campeonatos de chachachá.
Por más de una década, han sido un referente de la salsa en el estado, ha formado profesionistas que a nivel estatal, nacional e internacional, han puesto el nombre de la entidad en lo más alto. Un grupo de bailarines que comenzó a dar sus primeros pasos en un reducido espacio y que hoy, prenden la pista de China, Perú, Puerto Rico, Estados Unidos y Canadá.
Maritza González González, una mujer fuerte, equilibrada y muy disciplinada, considerada la máxima exponente del ritmo latino en la entidad, se sujeta las zapatillas de baile y nos invita a conocer los beneficios de la salsa, cumbia, bachata y algo más que imparte en su academia.

Salsa en las venas

Mientras deja ver la fuerza de sus brazos, sus definidas piernas y su esbelta figura, tonificada a través de 25 años de carrera, esta bailarina es una de las mexicanas más reconocidas por su movimiento de caderas y la sensualidad que trasmite al bailar.
Con ganas de enseñar a otras personas sus conocimientos, abrió las puertas de Tierra Mía en el 2004, como un proyecto que gracias a sus multicampeonatos nacionales terminó convirtiéndose en la escuela de salsa más reconocida de la capital chiapaneca.
Maritza es una mujer independiente y segura, que ha forjado su carrera con pasión, dedicación y esfuerzo; campeona mundial de chachachá en el World Latin Dance Cup y World Salsa Summit. Ha representado a México en Canadá, Estados Unidos, Guatemala, Chile, Puerto Rico, Perú, España, Italia, Grecia y China.
Gracias a su perseverancia e inteligencia, es una de las máximas representantes de Ladies Styling en México, directora del proyecto Maritza Ladies Franquicias en Puebla, Guadalajara, Chihuahua, Tampico, Xalapa, Cuernavaca, Villahermosa, Ciudad del Carmen y Campeche.
La subcampeona mundial de salsa también tiene gran gusto por la enseñanza, lo que la llevó a formar una generación de bailarines chiapanecos que continúan preparando a niños, jóvenes y adultos en la academia Tierra Mía.
Actualmente, es la instructora mexicana que más viaja a nivel nacional e internacional, y junto a su pareja, el coreógrafo Ernesto López, imparten talleres y dan shows en congresos de salsa en Chicago. Las competencias temporalmente se terminaron para Maritza, sin embargo, tiene equipos de ladies que la representan a nivel nacional.
Una mujer que cruzó los limites, se retó a ella misma y demostró que el éxito es posible si se trabaja duro.

De salsa y algo más

Además, revela que lejos de tratarse de una rutina aburrida, el baile es una de las mejores formas de hacer ejercicio, por cuya versatilidad asegura que aguanta «tres horas bailando pero ni cinco minutos corriendo».
La bailarina recalca que esta actividad es un ejercicio cardiovascular, tonifica los músculos, mejora el estado de ánimo, al tiempo que permite conocer a muchas personas y socializar todo el tiempo.
Además de ayudar a muchas personas a perder peso y mejorar su estado físico y emocional, Maritza ha creado lazos de amistad que la siguen a través de la distancia; «he hecho muchísimos amigos gracias al baile, desde exalumnos hasta contrincantes en eventos internacionales y eso es lo bonito de esto, vas a divertirte, a compartir con los demás lo que amas no a pelear por un sitio ni mucho menos por un trofeo».
A pesar de los años, la academia no ha perdido bailarines, por el contrario, continúan preparando a niños, jóvenes y adultos con destreza, y con las actualizaciones que han hecho en el estudio, incluso familias enteras pueden asistir.
«El baile es ideal para unir a la familia, todos pueden venir, aprender y divertirse, desde que un niño aprende a caminar puede bailar, tengo alumnos de 65 años», asegura.
Lo más nuevo de la academia son las clases kids, en las que trabajan la coordinación motriz en niñas y niños desde los seis años de edad.
«La forma de inculcarles el baile es a través de lo que escuchan, incluso ellos mismos nos piden las canciones que desean bailar, les encanta Justin Bieber», asegura.
Una opción más para hacer ejercicio, divertirse y hacer amigos, cualquiera puede ponerse los zapatos de baile y dejarse envolver al ritmo de un son latino.

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