La artista de origen italiano llegó a México en 1923; este 16 de agosto se cumplió el 124 aniversario de su natalicio
Aquínoticias Staff
Assunta Adelaide Luigia Modotti Mondini, conocida como Tina Modotti, nació el 16 de agosto de 1896 en Údine, Italia. En 1913 emigró, en compañía de sus padres, a Estados Unidos, donde participó como actriz de cine silente.
Llegó a México a fines de 1923 junto con el fotógrafo Edward Weston, de quien era aprendiz. Tiempo después, Weston regresó a Estados Unidos y Modotti se mantuvo a la cabeza del estudio fotográfico que ambos fundaron en la colonia Condesa de la Ciudad de México.
En 1927 se afilió al Partido Comunista Mexicano y comenzó una trayectoria de lucha social alentada por su relación con el muralista Xavier Guerrero. Publicó su trabajo fotográfico en El Machete –órgano de difusión creado por el Sindicato de Obreros, Técnicos, Pintores y Escultores–, en el cual se vieron expresados sus ideales.
Germán y Lola Cueto, Gerardo Murillo Dr. Atl, Nahui Olin y Jean Charlot fueron algunos de las y los creadores con quienes sostuvo una estrecha relación. La postura vanguardista de Modotti la llevó a estar más cerca de los artistas plásticos que de los de la lente.
En las imágenes resguardadas en la Colección Manuel Toussaint del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Modotti capturó –entre 1927 y 1930– los murales de Diego Rivera en el edificio de la Secretaría de Educación Pública y en la Escuela de Agronomía de Chapingo, donde el creador guanajuatense inmortalizó a Modotti en uno de los muros laterales del coro. Asimismo, la artista registró las obras de José Clemente Orozco en la entonces Escuela Nacional Preparatoria, hoy Antiguo Colegio de San Ildefonso.
Otro de los grandes trabajos de Tina en México fue el que realizó como asistente de Edward Weston, entre 1923 y 1928, sobre el estudio del arte mexicano, que se materializó en el libro Idols Behind Altars, bajo la dirección de Anita Brenner.
La cercanía de Modotti con los muralistas no sólo fue laboral, sino que también existió una proximidad debido a su actitud frente a la vida y su percepción de la realidad durante los años veinte. Tuvieron propuestas artísticas y culturales en común, pues en su ideología confluían las revoluciones Mexicana y Rusa, la vanguardia y el nacionalismo.
En Manos de campesino con pala, obra que forma parte del acervo del Munal, se aprecia la exaltación del trabajador agrario. El motivo de las manos, constante en la producción de Tina Modotti, aporta suavidad y estilización a las líneas que construyen la imagen fotográfica.