Luego del rescate y resguardo de tres ejemplares de Crocodylus acutus que se encontraban aislados, el Santuario Playa Puerto Arista de la Conanp, la Profepa y la Comaffas, los liberaron en espacios seguros
Lucero Natarén / Aquínoticias
Elementos del Santuario Playa Puerto Arista de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), en coordinación con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y de la asociación civil Conservación, Manejo y Aprovechamiento Sustentable de Flora y Fauna Silvestre (Comaffas), con apoyo de personal del centro ecoturístico Madresal, procedieron a liberar a tres cocodrilos, tras su rescate y resguardo.
Según el informe del biólogo Luis Arturo Álvarez Márquez, del Santuario Playa Puerto Arista, los reptiles merodeaban cerca de algunas localidades de Tonalá, situación que representaba peligro tanto para los cocodrilos como para la ciudadanía, razón por la que, a través de un operativo, se rescató a los ejemplares.
Tras el rescate y resguardo de los cocodrilos en el Santuario, este miércoles fueron trasladados a un nuevo hábitat: dos de ellos fueron liberados en el sistema lagunar La Joya Buenavista y una más fue llevada a la UMA San Joaquín, sitios aptos para estos ejemplares, de acuerdo a la información técnica con la que se cuenta.
«Vaquero» de 3.47 metros y 172 kilogramos de peso (rescatado rumbo a Ponte Duro), y «Cinthia», de 2.70 metros y un peso de 90 kilos (rescatada en Puerto Arista), fueron acogidos en el sistema lagunar La Joya Buenavista, mientras que «Elsa», una cocodrila de 2.43 metros fue llevada a la UMA San Joaquín, debido a la imposibilidad de ser reincorporada a la vida silvestre, pues lleva más de 15 años en cautiverio y carece de un ojo.
«Elsa es un ejemplar que no tiene las condiciones para que se libere. Ya que ha vivido muchos años en cautiverio y además es alimentada por humanos. Debido a que no está acostumbrada, liberarla con otros ejemplares podría representar un riesgo. Por ello fue llevada a una UMA donde estará segura y posiblemente sea parte de un programa de reproducción y conservación», afirmó el experto en cocodrilos, Jerónimo Domínguez Laso.
Es importante destacar que el Crocodylus acutus se encuentra listado en la Norma Oficial Mexicana, NOM-059-SEMARNAT-2010, en la categoría de «Sujeta a Protección especial», misma que se designa cuando las especies se encuentran amenazadas en su viabilidad por factores negativos, razón por la que se procedió al rescate y conservación de estos tres ejemplares, pues requieren de mayor cuidado.
El crocodylus acutus es una de las tres especies que se distribuyen en el territorio mexicano, junto con el cocodrilo de pantano (Crocodylus moreletii) y el caimán (Caiman crocodilus).
Es de gran relevancia en el ecosistema, ya que con sus hábitos cavadores y sus movimientos habituales, forman canales y reservorios de agua en la época de sequía que sirven de refugio a aves acuáticas y otros animales asociados al agua.
Los cocodrilos de agua enfrentan diferentes factores que afectan su hábitat, aunque los principales son la fragmentación del mismo y la contaminación ambiental. Otro factor de riesgo se da de forma directa por su captura clandestina y por el comercio ilegal de pieles.
Cabe señalar que en el traslado de las especies estuvieron presentes el biólogo de la Comaffas y especialista en cocodrilos Jerónimo Domínguez Laso, el biólogo de la Profepa, Mario Bermúdez, y el representante del Santuario Playa Puerto Arista, Luis Arturo Álvarez Márquez, junto a sus respectivos equipos.