La depresión, la ansiedad y el trastorno de déficit de atención encabezando la lista de padecimientos a nivel nacional, según el titular de la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México, Francisco Luciano Concheiro
Aquínoticias Staff
La salud mental infantil en México ha alcanzado un punto crítico: uno de cada cinco niños y adolescentes presenta algún tipo de trastorno psicológico, con la depresión, la ansiedad y el trastorno de déficit de atención (TDA) encabezando la lista de padecimientos, según el titular de la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México, Francisco Luciano Concheiro. Estos trastornos, a menudo invisibles, representan un alto riesgo, pues se estima que el 7.6% de la población infantil y adolescente ha tenido ideas suicidas, una cifra alarmante que urge atención por parte de las autoridades y la sociedad en general.
La doctora Gabriela Cortés Meda, del Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez, subraya que estas condiciones no sólo afectan la vida cotidiana y el rendimiento escolar de los menores, sino que pueden llevarlos a desarrollar ideas suicidas si no reciben apoyo adecuado. En respuesta a esta problemática, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) ha lanzado una estrategia para la prevención del suicidio en infantes y adolescentes, con un enfoque psicosocial, comunitario y basado en derechos humanos. La presidenta de la CDHCM, Nashieli Ramírez, explica que la estrategia busca no sólo intervenir en la crisis, sino también prevenirla al generar redes de apoyo para los menores.
Ramírez enfatiza la importancia de que los menores sientan que sus opiniones son escuchadas y valoradas. “Es esencial que los niños sepan que no están solos y que los adultos, ya sean padres, maestros o tutores, comprendan cómo reaccionar ante factores de riesgo”, señaló. Destacó también que la estrategia de la CDHCM busca desmantelar las visiones adultocéntricas que a menudo minimizan las preocupaciones de los menores, quienes deben contar con información clara sobre los servicios de salud mental, evitando así la estigmatización y fomentando el autocuidado.
Para la presidenta de la CDHCM, un aspecto esencial es la comunicación efectiva entre familias y escuelas, algo que en ciertas zonas de la capital, especialmente en áreas periféricas, se ha visto mermado por la violencia y la falta de recursos. Es en estas zonas donde se experimentan mayores niveles de violencia, tanto en las calles como en los hogares, lo cual impacta gravemente la salud emocional de los menores. Araceli Damián, secretaria del Bienestar de la CDMX, subrayó la urgencia de aplicar estrategias territoriales específicas para abordar las necesidades de los niños en estas áreas, donde la interacción entre escuela y familia enfrenta grandes desafíos.
Además de los problemas psicológicos individuales, factores sociales, familiares y escolares también contribuyen al desarrollo de padecimientos mentales en los menores. “No es un problema de una sola persona, niño, adolescente o familia, sino que involucra diversas interrelaciones que contribuyen a este fenómeno”, explicó Nashieli Ramírez, quien recalca que los factores de riesgo incluyen la falta de apoyo familiar, la violencia en el entorno y la presión escolar.
La CDHCM y otras autoridades locales han insistido en que la lucha contra estos problemas no puede recaer únicamente en el sistema de salud, sino que requiere una respuesta integral de la comunidad. Según las declaraciones del secretario Concheiro, fortalecer los lazos comunitarios y desarrollar un enfoque colaborativo y territorial resulta crucial para prevenir el agravamiento de estas problemáticas en el futuro.
El reciente aumento de problemas de salud mental en infantes y adolescentes en México representa un desafío que exige un compromiso profundo de instituciones, familias y comunidades. Las autoridades y expertos subrayan la urgencia de integrar a los menores en un entorno que valore su bienestar y les ofrezca apoyo real. A través de esta nueva estrategia, la CDHCM busca ofrecer una respuesta efectiva ante esta crisis creciente, al tiempo que promueve un cambio en la manera en que la sociedad aborda la salud mental infantil.
Con información de UNOTV