Presentan el «Informe Mundial sobre la Trata de Personas» elaborado por las y los integrantes de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito
Redacción Cimac Noticias
Ciudad de México. La trata de personas en el mundo sigue afectando principalmente a mujeres y niñas, ellas representan 65 por ciento de las víctimas, de las cuales 50 por ciento fueron explotadas con fines sexuales, 38 por ciento con fines de trabajo forzado y el resto sometida a actividades delictivas, matrimonios forzados, extracción de órganos, entre otros delitos.
Así lo aseguró el «Informe Mundial sobre la Trata de Personas» elaborado por las y los integrantes de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por su siglas en inglés) a fin de presentar un balance sobre este delito a nivel mundial con corte hasta 2018, en el marco del «Día Mundial contra la Trata de Personas», que se conmemoró el 30 de julio. Este informe es elaborado por la UNODC cada dos años a fin de contribuir a una respuesta eficaz a este delito y situarlo en el contexto de la «Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas».
De acuerdo con el documento, alrededor de 50 mil personas provenientes de 148 países fueron víctimas de trata de personas en 2018, de cuales menos del 50 por ciento fueron mujeres adultas, 30 por ciento fueron niñas y 35 por ciento fueron hombres y niños, sin embargo dado que el delito es encubierto y es difícil encarcelar a las y los responsables, estas cifras pueden ser mayores.
Según el perfil de la víctima es empleada para cierto tipo de explotación, extracción de órganos u obligadas a contraer matrimonio, en particular las mujeres y niñas fueron víctimas de explotación sexual mientras que los hombres y niños fueron explotados con fines de trabajo forzado, ya sea en el sector agrícola, doméstico, minería, textil, y en labores informales.
No obstante, menciona el documento, las mujeres son las más reclutadas para ser empleadas domésticas en hogares de su país y otros, lo que las expone a más agresiones como violaciones, abuso psicológico o físico. Las y los explotadores llegan a vender a las víctimas por menos de 5 mil dólares (99 mil 347 pesos mexicanos), de los cuales ellos reciben menos de 2 mil dólares (39 mil 739 pesos mexicanos) por ser el o la intermediario.
El informe detalló que el número de niñas víctimas de este delito aumentó. Ellas pasaron de representar 10 por ciento de las víctimas en 2016 a 30 por ciento en 2018 mientras que la cantidad de mujeres adultas redujo, la cifra pasó de 70 por ciento en 2016 a menos del 50 por ciento en 2018, lo que puede aumentar debido a que la pandemia dejo un grave retroceso laboral, incremento de las brechas de género y recrudecimiento de la pobreza para las ciudadanas.
Precisó que en el centro de América Latina y el Caribe la mayoría de las víctimas de trata son niñas mientras que en Norteamérica y Suramérica las mujeres adultas son más reclutadas para ser explotadas de manera sexual. Las y los tratantes se valen de la pobreza que permea en los países de esta región para engañar a sus víctimas.
En la región de África las niñas son explotadas en trabajos forzados mientras que en Europa y Asia, las menores de edad y mujeres son reclutadas con fines sexuales y en labores forzados.
«Millones de mujeres, niñas, niños y hombres de todo el mundo se encuentran sin trabajo, sin escuela y sin apoyo social en la persistente crisis del COVID-19, lo que los expone a un mayor riesgo de trata de personas. Necesitamos acciones concretas para impedir que los tratantes se aprovechen de la pandemia para explotar a las personas vulnerables», declaró en un comunicado la Directora Ejecutiva de la UNODC, Ghada Waly.
Para elaborar el documento se tuvo acceso a mil 500 decisiones judiciales relacionadas con personas tratantes de diversos países, de las cuales 62 por ciento eran hombres que hacían contacto con sus víctimas vía internet, la mayoría de ellos pertenecía a un grupo de delincuencia organizada o a pequeños grupos delictivos y declararon ver a sus «víctimas como mercancía y no importarles sus sus Derechos Humanos».
Los principales factores de riesgo, agregó, es que las y los delincuentes de este delito aprovechan e identifican en sus víctimas su condición económica o migratoria irregular, antecedentes de conflictos familiares o inseguridades en el físico, en particular, en casos de niños, niñas y adolescentes, para así generar una dependencia afectiva con ellos como mecanismo de sometimiento.
Resalta que gracias a los datos recogidos, la UNDOC pudo registrar 543 diferentes flujos de trata de personas en todo el mundo, aunque las víctimas suelen ser explotadas dentro de zonas geográficamente cercanas en los plises donde habitan. Ejemplo de ello, dijo, es que las niñas reclutadas en un área suburbana son explotadas sexualmente en moteles o bares cercanos a donde vivían.
A nivel mundial, documenta el informe, la mayoría de las víctimas son rescatadas en su propio país de origen, por ejemplo, más del 90 por ciento los casos identificados en Suramérica son de origen de la misma región, es decir la mayoría de las víctimas identificadas son del mismo país o de sitios vecinos.
Ante este panorama, el documento recomienda que es necesario que los gobiernos de estos países trabajen junto con sus instituciones a favor de los derechos de las y los niños y contra la delincuencia organizada, establezcan agencias especializadas para prevenir y combatir la trata de personas, ayudar a las víctimas de este delito, facilitar el diálogo con ellas e impulsar respuestas coordinadas.
Además de ello sugiere que los gobiernos generen espacios laborales para las personas y garanticen una educación gratuita para la niñez a fin de disminuir que éstos se puedan exponer a redes de trata de personas, desarrollar nuevas formas de trabajo a través del uso de las tecnologías de la información y reforzar la seguridad en la internet.