Si bien puede parecer tedioso, lo cierto es lavar trastes, además de evitar dejarles comida a los insectos rastreros, también es terapéutico. Te enseñamos a ser un pro en el lavado de los trastes
Aquínoticias Staff
«¡Te tocan los trastes!» Se escucha la demandante orden de mamá y todos desaparecen como por arte de magia de la mesa. Pensar que esta actividad tan cotidiana en el hogar puede causar desde regaños hasta la cancelación de permisos para salir. ¿A cuántos de nosotros nos resulta desagradable la simple idea de frotar platos, vasos y sartenes llenos de comida en mal estado y con un penetrante olor a aceite quemado o huevo?
Importancia de una cocina limpia
Una cocina limpia comienza con los pequeños detalles, siendo el más importante la limpieza de los trastes y, especialmente, de los recipientes de plástico, los famosos “toppers” que se impregnan de olores desagradables después de usarlos. También es fundamental mantener limpio y seco el fregadero o el lavavajillas.
Lo peor de esta actividad, que la mayoría no disfruta, es cuando a pesar de haber puesto tiempo y esfuerzo, los vasos, platos y recipientes quedan con un olor desagradable.
¿Qué ocasiona que los trastes huelan mal después de lavarlos?
Una de las principales causas es que, si utilizas una máquina, pueden quedar restos de comidas, grasa o residuos en la parte inferior del lavavajillas. Si lo haces en el fregadero, utilizar esponjas sucias atrae bacterias responsables de los malos olores.
Otro factor es lavar pollo o pescado cerca de los trastes, ya que sus partículas pueden impregnar los utensilios con su olor. Alimentos como huevo, ajo, pescado, cebolla y salsas tienen un gran potencial para producir mal olor. Guardar sin limpiar el trapo que usas para secarlos también contribuye a este problema.
Por comodidad, flojera o cansancio, muchas veces se opta por dejar los platos y los vasos sucios en el fregadero más tiempo del que se debería, provocando un desagradable hedor a comida en descomposición o a “rancio” que persiste incluso después de haberlos lavado.
Tips para mantener los trastes frescos y sin olores
Una de las maneras más tradicionales y eficaces para lavar los trastes es llenar el fregadero con agua caliente y jabón.
- Separar los platos por nivel de suciedad.
- Dejar en remojo los grasosos.
- Lavar primero los vasos, cubiertos y platos.
- Dejar las ollas y sartenes al final.
Recomendaciones adicionales:
- Utilizar guantes.
- Cambiar la esponja periódicamente.
- Usar escurridores para la limpieza y el orden.
Alternativas para evitar malos olores:
- Vinagre blanco: Agregar al agua, remojar los trastes por una hora, lavar con jabón y enjuagar.
- Bicarbonato de sodio: Disolver un par de cucharadas en el agua, remojar por 15 minutos, lavar y enjuagar.
- Limón: Escurrir un limón en el agua antes de lavar los trastes.
- Cloro: Colocar unas gotas de cloro en el agua.
Riesgos para la salud
Dejar los platos sucios en el fregadero durante días es más habitual de lo que se cree, lo que no está exento de riesgos. El principal: la proliferación de bacterias y la posible contaminación del resto de la casa. Los gérmenes sobreviven hasta cuatro días en una superficie limpia, pero se multiplican en platos y utensilios dejados sin lavar.
Remojar los utensilios sucios tampoco es una solución ideal en términos de higiene. El agua a menos de 60°C es un caldo de cultivo perfecto para microorganismos, convirtiendo el fregadero en un nido de bacterias. Las personas que meten las manos en el fregadero corren el riesgo de contaminar muchos espacios de la cocina y de la casa si no se lavan las manos correctamente.
Lavar los trastes puede ser terapéutico
Pero calma, lavar los trastes también tiene su lado bueno y puede resultar terapéutico. Según expertos, esta tarea puede ayudarte a ser mentalmente creativo y productivo. Estudios señalan que limpiar los platos tiene beneficios interesantes que permiten liberar tensiones y la mente, mejorando la productividad del individuo ya que los periodos dedicados a fregar la vajilla fomentan nuestro lado más imaginativo.
Realizar esta simple tarea diaria puede reducir la ansiedad, el nerviosismo y el estrés, mejorar la calidad de sueño y contribuir a un estado emocional más equilibrado.
Así que la próxima vez que te digan «¡Te tocan los trastes!», recuerda que esta tarea puede ser una puerta hacia la calma y la serenidad.
Con información de El Sol de Parral.