Por Mario Escobedo
«Hoy firmaré una serie de órdenes ejecutivas históricas. Primero, voy a declarar una emergencia nacional en nuestra frontera sur. Todos los ingresos ilegales serán detenidos inmediatamente y comenzaremos con el proceso de regresar a millones y millones de criminales extranjeros a los lugares de los que vinieron. Reinstauraremos mi política ‘Quédate en México’, terminaremos la práctica de captura y liberación, y enviaré tropas a la frontera sur para repeler la desastrosa invasión de nuestro país.»
Estas palabras resonaron en toda Latinoamérica y el mundo, marcando el regreso de Donald Trump al poder como el presidente número 45/47 de Estados Unidos. Su tono, tan directo como divisivo, encapsula la esencia de su postura migratoria: confrontación, exclusión y un mensaje claro de «América para los estadounidenses».
Con un sello de urgencia nacional, las nuevas (y a la vez viejas) órdenes ejecutivas tienen como eje central la reinstauración de los Protocolos de Protección al Migrante (MPP, por sus siglas en inglés), conocidos coloquialmente como «Quédate en México». Esta política, implementada durante su primer mandato y suspendida en 2022, obliga a los solicitantes de asilo a esperar en México mientras sus casos son resueltos en los tribunales migratorios estadounidenses. El retorno de esta medida señala una nueva era de restricciones y endurecimiento en la política migratoria.
El Adiós a CBP One: Un Portazo Digital
La decisión de clausurar la aplicación CBP One es otro golpe a quienes buscan refugio o una vida mejor en Estados Unidos. Creada para facilitar el acceso legal y ordenado, esta herramienta tecnológica había gestionado más de 936,500 citas desde su lanzamiento en enero de 2023. Ahora, con su eliminación, se cancela una de las pocas vías de entrada organizada y legal que quedaban.
El impacto es inmediato y devastador: miles de citas agendadas fueron abruptamente anuladas, dejando a las personas varadas, sin una alternativa clara. Para quienes ya enfrentaban un camino lleno de obstáculos, la desaparición de CBP One simboliza un cierre total de las puertas, transformando la frontera en una muralla impenetrable.
Una Retórica de Crisis para una Realidad Compleja
Trump justifica estas acciones en un marco de emergencia nacional, describiendo la migración como una «desastrosa invasión». Sin embargo, esta narrativa simplista ignora las complejidades del fenómeno migratorio, que responde a dinámicas globales como la violencia, el cambio climático y la desigualdad económica. Al reducirlo a una cuestión de seguridad nacional, se deshumaniza a quienes huyen de circunstancias extremas, buscando no un sueño, sino una oportunidad de sobrevivir.
La reinstauración de «Quédate en México» y el cierre de CBP One no solo complican la vida de los migrantes, sino que también tensionan las relaciones entre Estados Unidos y México. Este último, una vez más, se convierte en el patio trasero donde se delegan las responsabilidades humanitarias que Washington se niega a asumir.
¿Política Migratoria o Estrategia Electoral?
El regreso de Trump al poder revive una política migratoria que, más que resolver problemas, parece diseñada para exacerbar tensiones y consolidar su base política. La narrativa del miedo, junto con medidas extremas, es una estrategia que ya le funcionó en el pasado. Pero, ¿a qué costo? La historia juzgará si estas decisiones fueron soluciones efectivas o simples tácticas de polarización.
Mientras tanto, la frontera sur se convierte nuevamente en el epicentro de una batalla política donde los migrantes no son más que piezas de un ajedrez geopolítico.
¿Estamos frente a una solución estructural o a un espectáculo electoral? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es cierta: el precio de estas decisiones lo pagarán los más vulnerables.