La primera semana del gobierno del republicano ha estado marcada con una política migratoria más estricta. Claudia Sheinbaum busca mantener el equilibrio entre la relación con Washington y la solidaridad regional en medio de crecientes tensiones
Aquínoticias Staff
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca por segunda ocasión ha renovado su discurso de mano dura contra la migración, generando un impacto inmediato en la región. En su primera semana, México ha recibido a 4,094 deportados, según confirmó la presidenta Claudia Sheinbaum durante su conferencia matutina del lunes. “No ha habido un incremento sustantivo”, afirmó la mandataria, quien también destacó la necesidad de mantener una relación de respeto y diálogo con Estados Unidos.
Sheinbaum celebró el acuerdo alcanzado entre Trump y el presidente colombiano, Gustavo Petro, que evitó una escalada mayor tras el rechazo inicial de Colombia a recibir aviones con deportados. Sin embargo, el conflicto dejó claro el reto que enfrenta América Latina frente al endurecimiento de las políticas migratorias estadounidenses. «Lo importante es actuar con cabeza fría, defendiendo la soberanía y el respeto entre las naciones», sostuvo Sheinbaum, quien participará en la próxima reunión de la Celac para abordar una respuesta unificada de la región ante la crisis.
El Gobierno mexicano enfrenta además desafíos internos. Aunque Sheinbaum ha lanzado el programa «México te abraza», diseñado para apoyar a los repatriados con acceso a programas sociales, ha recibido críticas por la falta de ratificación de funcionarios clave, como el director del Instituto Nacional de Migración. La presidenta reconoció las dificultades del momento, pero reafirmó su compromiso de coordinación con sus socios latinoamericanos y con Washington. «Siempre buscaremos el respeto mutuo y soluciones que beneficien a nuestros pueblos», concluyó.
Con información de El País