Dar la vuelta a la página, dijo Alejandra Barrales en el zócalo de la ciudad de México, en la concentración convocada por la dirigencia del PRD, para llamar a la unidad, ante la tantas veces anunciada desbandada en ese partido, por irse a Morena.
Desde luego que esa condición se ha dado ya en muchas entidades del país, en militantes perredistas y ya ni se diga simpatizantes, ni siquiera se molestaron en presentar su renuncia al Sol Azteca, o al menos ya no les importa y se han hecho presentes en eventos del tabasqueño, como se vio de destacados perredista en Chiapas y Tabasco, durante la última gira de AMLO por el Sureste mexicano en febrero pasado.
Dar la vuelta a la página, dijo Alejandra Barrales ese sábado pasado, en que logró una buena concentración en la ciudad de México, evento al que acudieron militantes –se supone- de todo el país, en la que estuvo presente la plana mayor de ese partido –o lo que queda de ella-, en un discurso más de queja que de fuerza.
La dirigente perredista llamó a la unidad, a establecer los consensos internos que no han cumplido nunca, y que fue el origen de toma de decisiones arbitrarias que lesionaron la credibilidad de la militancia estado por estado, hasta ser lo que es hoy como partido en picada si no es que hacen algo que levante esas siglas para las alecciones de 2018, porque en las estatales de 2017 no será imposible, ni en Veracruz, entidad que el PRD gobierna supuestamente en alianza con el PAN, partido que no le concedió el porcentaje de candidaturas que el perredismo esperaba, y menos en municipios en donde gobierna el PRI y que son del interés del blanquiazul.
Dar la vuelta a la página como queriendo deslizar el escándalo en que se vio no hace mucho con ese departamento en Miami entre otros altos gastos en el extranjero.
Dar la vuelta a lo que sucedió en el senado en el que de tercera fuerza pasó a la cuarta luego de la renuncia a esas siglas por parte de nueve senadores, en tanto otros dos se mantienen en calidad de independientes, y así, como pasar a la siguiente página cuando crecen las versiones que un hecho como ese para un partido, es tremendo y obvio es que la dirigencia debe dimitir del cargo.
Pero eso no pasará en el PRD, pues ya se acostumbraron a la buena vida, lejos ya de temas sociales, agrarios, de desarrollo humano, a los que desde luego se refirió la dirigente en su discurso sabatino, sin tino.
La crisis perredista se extiende por el país, y en la aldea no es la excepción pues a visita reciente de la secretaria general de ese partido a Chiapas, Beatriz Mojica Morga, así de simple el dirigente estatal no se hizo presente a ninguno de sus eventos, como muestra local de esa división que puede sumarse a Morena.
Y para eso no pasará mucho tiempo.
