Tubo de ensayo / Rene Delios

Los políticos se dan con todo

Intra partidos e intra gobierno; otrora se registraba una competencia institucional por ganarse la preferencia del gobernador en turno, ahora, en que se ha revuelto la administración con los gobiernos plurales, la cosa es si se quiere de bajo perfil, pero sucede.
De vez en vez se ven campañas, sea contra Eduardo Ramírez, sea contra Rutilio Escandón, Carlos Morales, Fernando Castellanos, Zoe Robledo o Armando Melgar, en fin los visibles.
Una reciente llamó mi atención, pues luego de que se anunció que en el Tribunal de Justicia se reducían sueldos de jefes de área para arriba –obvio el magistrado presidente-, para no despedir personal, una lluvia de críticas se vieron en las redes sociales en su contra.
En medio de la zozobra laboral que sigue por todas las dependencias del gobierno del estado, en el tribunal de justicia del estado ya dejaron en claro que nadie se va y que se reducen mercedes y privilegios y desde luego, algunos magistrados y altos funcionarios brincaron, y seguramente fueron ellos los que patrocinaron esos ataques contra Rutilio Escandón.
Es un asunto interno porque a los trabajadores les beneficia.
Por ahí no vino; fue de los que ven afectados sus intereses por esa medida ¿De dónde más?
Otro de los funcionarios que ha llevado varias veces es Juan Carlos Gómez Aranda, el secretario de gobierno. Es priista, en el segundo mando de un gobierno verde.
Obvio es incómodo o lo ven vulnerable por eso, y desde otras dependencias quieren su cargo, para posicionarse otra vez hacia el 2018.
Así, las cosas en ésta administración –plural- de color verde, en un rejuego que no le conviene para nada a la presente administración, y denota que eso no les importa a los protágonicos.

Matraz

Dicen que para que la acuñe apriete tiene que ser del mismo palo. O sea para un gobierno corrupto, un líder del mismo árbol.
¿Desde cuándo el transporte público goza de tantas mercedes y privilegios?
No hay sanciones severas para éstos, pase lo que pase. Aun se accidenten; se detiene la unidad, desde luego, pero la concesión permanece intacta.
El conductor es sancionado según la gravedad del incidente, pero por la unidad se paga lo necesario, sale del corralón, se le repara y a darle otra vez al acelerador, y si vuelve a tener un incidente vial, lo mismo: la concesión sigue intacta.
¿Por qué?
Alguna responsabilidad debe tener el concesionario, el que por cierto no le da ninguna garantía laboral al conductor, ni idea del cómo tienen su situación fiscal, en fin, es secuela del populismo que aprovecharon por sexenios los pulpos del autotransporte.
Es una de las secuelas del clientelismo que ya no lo es tanto para con el gobierno, y que forma parte de los tantos pendientes sociales que regular al cien, porque es un verdadero desorden vial.
Corrupto, porque se le otorgaron decenas de concesiones a uno; corrupto, porque su calidad de servicio es pésimo y ni siquiera tienen un límite de capacidad, que determina desde luego el chofer: «éste lado es de siete», cuando seis cuerpos ocupan todo el espacio, y en medio de ese hacinamiento, soportar la conducción de riesgo a alta velocidad.
No se va a liberar el transporte, me queda claro, demasiados políticos son concesionarios como dueños de gasolineras. Solo una determinación férrea y no la hay.
Es el enésimo paro que convoca el corrupto líder Bersaín Miranda Borraz, metido a político.
Bastante gris por cierto.
Baste decir que no paró por el incremento a gasolina –como señaló el usuario de redes Beto Orantes-, sino para incrementar el pasaje.
El es la punta de lanza de los demás, aunque hayan negociado con el secretaría de gobierno. Saben que si Bersaín la logra, es para todos.
Es el mercenario del transporte.

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