Tubo de ensayo / Rene Delios

Más que una foto de sumisión como se trató de manipular en redes, parece que es de alianza la gráfica en que aparecen abrazados la dirigente estatal del PAN, Janeth Ovando, el presidente estatal del PRD, César espinosa, con Eduardo Ramírez, hombre fuerte del régimen verde en Chiapas, tanto presidente de la Junta de Coordinación Política como dirigente estatal del PVEM.
En el interpartidismo no hay acuerdos, hay alianzas, las que se manifiestan en los legislativos o en las coaliciones –que es lo que se negocia- que forman con una candidatura común que, de ganar, supone el ir de la mano aun en las corrientes internas de sus respectivas siglas, las opiniones sean disímbolas.
Ya tiene tiempo que en Chiapas se dan alianzas, las que dieron resultados hasta el 2000 con la conformación de lo que se llamó en su momento «Movimiento de la esperanza», que apoyó a Pablo Salazar, quien no se afilió a ningún partido, al igual que seis años después, con Juan Sabines; ambos candidatos renunciaron al PRI para poder ser «imparciales» dentro de la alianza de esos años electorales.
Para nadie es secreto que Eduardo Ramírez Aguilar tiene aspiraciones para 2018, y mal haría no tenerlas como político que es, ya acostumbrado a los retos electorales pues los enfrentó para ser alcalde y luego diputado federal. Ya ocupó la segunda posición administrativa y política del estado, como lo es la secretaría de gobierno, y hay los que varias veces le apuntan como la punta de lanza para la propuesta del verde.
De acuerdo a las elecciones estatales de 2015 –que es la última referencia electoral- el PVEM triunfó en 59 de las 122 alcaldías de la entidad; en 15 lo hizo solo y en coalición con el PANAL se adjudicó 42; dos con el PRI: Tuxtla y Tapachula. Esa vez también ganó la totalidad de las diputaciones de mayoría relativa en alianza con el PRI, y que conformarán el hoy Congreso local.
En esa fecha no fueron el PAN y el PRD a destacar; fueron superados por los partidos «Mover a Chiapas» y «Chiapas Unido» de registro local –y aliados al régimen velasquista-, al obtener 10 y 9 alcaldías respectivamente, por lo que hoy son la tercera y cuarta fuerza política en Chiapas.
El PRD ganó en 8 municipios, el PAN solo ganó dos alcaldías; sus diputados locales son dos por cada una de estas siglas.
O sea que su capital político aun juntos, no es tan atractivo como el del PRI, partido con el que triunfó el PVEM en 2012 por la gubernatura hoy vigente.

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