Tubo de ensayo / Rene Delios

Castellanos, a pesar de todo

Para éste próximo tres de octubre Fernando Castellanos Cal y Mayor, el alcalde de Tuxtla Gutiérrez rendirá su primer informe de gobierno.
Ello motivó desde luego la reactivación de sus opositores que sin haber escuchado aún el contenido de su mensaje y lo que contiene el portal www.unacallealdia.com, se dejaron ir con todo en contra de lo realizado sin verificarlo.
¿Es lógico eso?
Expresiones como alcalde espurio y antidemocrático y demás sinónimos se observan en esos contenidos que desde luego, no precisan que, la resolución jurídica de la impugnación de su triunfo la dio el TRIFE, no se impuso a pistola o secuestro tipo Oxchuc o Chenalhó.
Digo.
Pero como en éste país todo proceso democrático –hasta para elegir dirigentes partidistas- los derrotados lo quieren resolver en las urnas y mínimo evidenciar el proceso, pues hay los que se quedan en ese andamio del fraude electoral. Porque en la fresca éstos personajes críticos no son imparciales y recuerdan el hecho de la «cajita de zapatos».
También digo.
El alcalde expondrá lo realizado en un año de bajo presupuesto, ni negarlo.
La otra es que habrá tiempo para observar y desmentir contenidos en su caso, pero la verdad la capital de Chiapas es un asunto serio, de pendientes urbanos derivados de abusos incluso de los ciudadanos mismos del pasado y del reciente, que se vivió en éste septiembre de 2016, en especial para los que -sin saber cómo, pues es territorio federal- construyeron pegado a los afluentes y en el exceso, sobre los embovedados.
Ese punto no lo observó alcalde alguno del pasado –también reciente y de otras siglas a la actual gobernante, no finjamos demencia- como para que ahora se venga a descubrir esa tremenda situación estructural de riesgo urbano –que se va a repetir, eso júrenlo- que desde ya medio siglo que ahorcan esos causes.
Pero bueno, no cambia nada ni con los abusos en las redes a nombre de la libertad de expresión como tampoco adulando a políticos que se descubren solos.
Castellanos observando todo eso pues escucha y ahí están esos jueves de atención directa a ciudadanos, de los que no he leído que no sean atendidos, como tampoco mensajes triunfalistas de su parte, y sí realistas como lo expresado durante toda la emergencia pasada mientras sus detractores se desgarraban las vestiduras pero no se acercaron a apoyar a los afectados.
El punto es que la ciudad no es un caos como quisieran muchos aun para su desgracia; ha logrado superar incluso un plantón de tres meses de la CNTE, y desde luego la ola de centroamericanos que invadieron el centro y pocos lo notaron, raro ¿no?- aun así mantener su índice de ciudad segura de acuerdo a ese análisis del INEGI y que no es dato de la ciudad de los Ositos Cariñositos, sino de acuerdo a estándares nacionales –que habrá que ver en qué parámetro, porque robos y asaltos si hay en las calles y casas habitación- de la ciudad, y que no comprenden saldos blancos, neta.
Pero también hay propuesta y rumbo, como dice Castellanos, quizás el alcalde más situado bajo el escrutinio público en Chiapas, y aun en esa se la juega y ofrece transparencia, incrementando esa posibilidad con esa página que tiene a disposición de amigos y enemigos tuxtlecos, pero a éstos últimos nada les gusta.

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