Tubo de ensayo / Rene Delios

Se dice que Peña Nieto dio dos pasos esenciales para el avance e implementación del Sistema Nacional Anticorrupción.
Propuso al Senado de la República que la Procuradora Arely Gómez fuera la nueva secretaria de la Función Pública y al senador Raúl Cervantes como nuevo titular de la PGR.
Sorprendió y no.
Ya sabemos que Arely Gómez -con nexos chiapanecos-, es también senadora de la República con licencia como lo será Cervantes en breve.
De acuerdo a la información, desde el 27 de febrero de 2015 sustituyó a Jesús Murillo Karam como titular de la PGR en medio de una de las más fuertes crisis vividas por esa dependencia por el caso Ayotzinapa.
Gómez contaba solo con el antecedente de haber sido subprocuradora Jurídica y de Asuntos Internacionales y Fiscal Especializada para la Atención de Delitos Electorales en esa misma dependencia. Antes fue Jefa de la Unidad de Asuntos Nacionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación; Secretaria General de la Presidencia y Oficial Mayor de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Secretaria Particular de la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal, así como Secretaria de Estudio y Cuenta de la Primera Sala del entonces Tribunal Fiscal de la Federación.
Ahora como nueva secretaria de la Función Pública se le agrega que, fue procuradora general de la República: la primera mujer en ese cargo.
Ahora tendrá la responsabilidad de implementar el Sistema Nacional Anticorrupción en coordinación con las otras dependencias que forman ese sistema y entre las que sobresalen la Auditoría Superior de la Federación; el IFAI, el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, Procuraduría General de la República, Fiscalía Especializada de Combate a la Corrupción, Consejo de la Judicatura Federal, Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.
O sea, la nueva legislatura de referencia y qué mejor quien le funcionó a Peña en la PGR, y se espera que la haga en la Función Pública.
De Raúl Cervantes Andrade –mi pariente-, se que no logró llegar a ministro de la Suprema Corte de Justicia, pero llega a la Procurador General de la República mínimo por dos años, en un momento en que se tienen que procesar al menos cuatro expedientes judiciales contra igual número de ex gobernadores, a sabed dos bien buscados: Javier Duarte, gobernador ex priista con licencia de Veracruz y el ex gobernador panista –que pronto será expanistas- de Sonora, Guillermo Padrés.
Pero hay otros expedientes en integración: César Duarte, ex gobernador de Chihuahua, Eduardo Borge, es gobernador de Quintana Roo, y se dice, solo se dice, que Angel Aguirre Rivero, ex gobernador de Guerrero, quien encabezó un gobierno perredista sin serlo.
Igual se dice del ex gobernador de Nuevo León y hay los que agregan al de Tamaulipas, Rodrígo Medina y Egidio Torre, respectivamente.
Pues esa es la chamba que hereda Cervantes, aunque no es fácil la de Arely, ante tanta queja por ausencia de recursos en las entidades del país, y el reclamo de los sectores por eso en muy diferentes matices.

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